Tras unos años de difícil subsistencia, provocada en buena parte por la desaceleración expansiva de las principales cadenas de alimentación, el sector de frío comercial ha encontrado en los procesos de renovación y/o reposicionamiento comercial y el desarrollo de la franquicia nuevas oportunidades de negocio. Aunque la demanda de equipos de frío también se ha visto favorecida por las nuevas necesidades de consumo y el paulatino aumento de los lineales de refrigeración. Alimentos tradicionalmente expuestos a temperatura ambiente, como la verdura y la fruta, cada día es más frecuente encontrarlos en equipos refrigerados. Incluso ya se pueden ver muebles de frío positivo integrados en las zonas de estantería seca, bien por exigencias de las nuevas regulaciones en materia de conservación. Por otra parte, la tasa por el uso de gases refrigerantes no ecológicos que el gobierno aplicará a partir del próximo año, así como la adecuación a las normativas internacionales medioambientales, ha acelerado el cambio y/o adecuación de los equipos de frío existentes por otros de menor consumo. Será, precisamente por todo ello, por lo que se espera una ligera recuperación del mercado nacional de cara a los próximos años.
Desde el punto de vista de la distribución, y en línea con sus políticas de responsabilidad social y de aumento de eficiencia de sus tiendas, son ya muchas las grandes enseñas las que vienen apostando por supermercados ecoeficientes y sostenibles, a las que desde hace un tiempo se suman otras cadenas de dimensiones más pequeñas. Estas empresas deciden afrontar el reto del ahorro conscientes de que con la optimización de las instalaciones frigoríficas y sus elementos, y con el uso de refrigerantes ecológicos, los beneficios tanto ambientales como económicos pueden ser muy grandes. Por ejemplo, simplemente la instalación de puertas de cristal herméticas en los muebles de frío positivo puede llegar a suponer un ahorro de hasta el 30% en la factura eléctrica, lo cual es motivo suficiente si tenemos en cuenta que entre el 40% y el 65% de los costes de una tienda son imputables a la instalación frigorífica. Pero a pesar de los datos, todavía queda un potencial de algo más del 60% de la red comercial española por renovar, en base a las estimaciones realizadas por Alimarket y partiendo de un censo de alrededor de 20.200 puntos de venta.
En cuanto a las últimas tendencias en equipamiento y en línea con el ahorro energético, este año los equipos estrella han sido los murales cerrados, las islas con tapas, los armarios de congelado o las puertas de alta eficiencia, que reducen la entrada y salida de frío o calor en la tienda, haciendo la compra más confortable. Aparte, cada vez viene siendo más común la instalación de lámparas y tubos LED, pues no requieren mantenimiento y permiten un ahorro de consumo de hasta el 60% respecto a los fluorescentes convencionales. Otras medidas en esta línea son el uso de la tecnología ADC (doble cortina de aire), los compresores de velocidad variable o los ventiladores de alta eficiencia. Por otra parte, la creciente necesidad del retailer de contar con equipos que le permitan crear experiencias de venta diferenciadas ha impulsado la demanda de modelos de grupo incorporado, que no requieren de tuberías o conexiones a compresores exteriores, y reducen el uso de gas refrigerante en el circuito.
Los nuevos modelos comerciales, que potencian el producto fresco, unido al aumento de las promociones en el punto de venta, también exigen muebles frigoríficos que cumplan las características como instrumento de ventas. Entre las funciones de merchandising se hace hincapié en la capacidad del mueble para incitar la compra por impulso, informar a los clientes, comunicar promociones, optimizar el lay-out de la sala de venta o reforzar la imagen corporativa de las enseñas. Todo ello, sin olvidar la necesidad de maximizar los espacios de exposición, la visibilidad, estética y diseño. En términos generales, además, aunque todavía existe una clara división entre aquellos clientes que buscan un ahorro inmediato en la compra del producto y los que dan prioridad a los ahorros generados permanentemente por el equipo, factores como durabilidad y bajo mantenimiento cobran cada vez más importancia ante la necesidad de evitar costes asociados a gastos de postventa.