Tras los anuncios de Mercadona, El Corte Inglés y Carrefour de abandonar la venta de huevos de gallinas enjauladas, Alimarket Alimentación analiza las diferentes opciones existentes en el sector para los denominados 'huevos alternativos' y desvela los principales proyectos de inversión de los fabricantes en este campo. Además, entrevista a tres de las compañías más concienciadas con el asunto, Huevos Guillén, la interproveedora de huevos de Mercadona; 'Ous Roig', una de las primeras empresas en apostar por las gallinas libres, y Rujamar, empresa que transformará todo su parque en libertad.
La demanda de huevos alternativos no para de crecer, impulsada por la creciente preocupación sobre el bienestar animal y los compromisos de la distribución moderna, industria alimentaria y restauración por abandonar la venta y uso de huevos procedentes de jaulas. Un proceso que está generando una segunda reconversión industrial, tras la ya ejecutada hace unos años para la adaptación del mercado al ‘Modelo Europeo de Producción’, y que parece no tener vuelta atrás. Máxime a tenor de los últimos actores implicados en dicha petición, cuatro de los principales retailers del país, El Corte Inglés, Carrefour, Makro y Lidl. Si a ello sumamos el anuncio de transición total hacia estos sistemas de Huevos Guillén, líder del mercado e interproveedora actual de Mercadona, ésta primera cadena en superficie minorista del país, la evoluciónhacia la producción y consumo de huevos ‘cage free’ en España parece más que inminente.
Pero, ¿qué son los huevos alternativos? Los denominados sistemas de producción alternativa incluyen aquellas explotaciones de puesta libres de jaulas. Según sus instalaciones y manejo de las gallinas ponedoras, existen tres diferentes tipos de explotación y, por tanto, de huevos, divididos entre ecológicos, camperos y en suelo, marcados con los códigos 0, 1 y 2, respectivamente. En los tres casos, las aves se mueven libremente dentro de un gallinero cubierto, aunque en el caso de las explotaciones camperas y ecológicas,las gallinas también tienen acceso permanente a parques al aire libre durante del día. Además, para este último sistema de cría, las gallinas han de alimentarse con pienso elaborado con materias primas procedentes de la agricultura ecológica y tienen que cumplir con la normativa específica sobre el origen de las aves, manejo, densidades y tamaños de granjas. Fuera de estos sistemas, se encuentran las granjas de gallinas en jaulas acondicionadas, cuyas dimensiones y características también se definen, como en los anteriores, en la regulación comunitaria para garantizar el bienestar animal, una de las más exigentes a nivel mundial.
Según los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), y frente al 44% de media de la Unión Europea, sólo el 7% del censo de gallinas ponedoras españolas estaba libre de jaulas a cierre del pasado 2016. Sin embargo, en número de explotaciones, el porcentaje se eleva hasta el 66% del total de las granjas del país específicamente dedicadas a la producción alternativa, siempre de menor densidad de aves, con casi 700 núcleos y frente a las 525 de jaulas acondicionadas. Un dato relevante que respalda el trasvase producido en los últimos años desde la producción convencional, que ha pasado de concentrar un elevado 60,5% del total de las explotaciones en 2013, al 44% del pasado 2016. No en vano, siete de las diez primeras productoras del país -Guillén, Camar, San Miguel, Virgen del Rosario y El Granjero- cuentan, desde hace años, con explotaciones para gallinas camperas. En términos de volumen, los huevos alternativos se situaron en cerca de 79 M de docenas, frente a los 1.047 M de docenas de huevos en batería.
Por el momento, el consumidor doméstico valora más factores como la frescura, el tamaño y el precio, y no tanto el sistema de producción a la hora de comprar huevos, de acuerdo a los datos que maneja Inprovo (Organización Interprofesional del Huevos y sus Productos). Al respecto, Mar Fernández, directora de esta organización, señala que “se están exigiendo cambios en los sistemas productivos a un ritmo que no responde a la demanda de los consumidores españoles, aunque bien es cierto que los huevos alternativos son una opción que cada vez se busca más y por la que se está dispuesto a pagar”. Y es que hay que tener en cuenta que, nutricionalmente, los huevos de distintos sistemas de cría son iguales, un factor que depende más de la alimentación de la gallina, mientras que su coste de producción, en cambio, se eleva entre el 25% de las explotaciones en suelo al 150% de las granjas ecológicos. Por tanto, los huevos alternativos representan una oportunidad única para añadir valor al mercado y dinamizar la venta de un producto con escasas posibilidades de innovación.
“La penetración de los huevos de sistemas alternativos se desarrolla más lentamente en España que en otros países del entorno, aunque este proceso de cambio se puede acelerar por decisiones unilaterales de algunas cadenas de distribución y fabricantes de no comprar huevos de gallinas en jaulas acondicionadas. Muchos consumidores verán reducida su capacidad de decidir qué huevo compran, ya que habrá establecimientos que solo tendrán alternativos, generalmente más caros, pero no de mejor calidad”, ha puntualizado Hernández.