El pasado 2105 fue un año importante para el sector alimentario, tanto en términos cuantitativos como en los más escurridizos aspectos cualitativos. Desde el punto de vista de la innovación hubo avances en ambas vertientes, con más lanzamientos que en el ejercicio anterior, para más públicos diferenciados y con una decidida apuesta por recuperar el valor, sin perder de vista el precio. En todo caso, se mantuvo la primacía de la extensión de gama como fórmula preferida por los fabricantes para construir sus catálogos, seguida mucha distancia del rediseño y/o reformulación.