La ola veggie avanza imparable y explota una óptima combinación de motivos para conseguirlo, principalmente tres: la sostenibilidad, la salud y la conveniencia, cada vez mejor aderezados con la experiencia de consumo. Si bien es verdad que en la cresta de la ola veggie todavía brillan más las bebidas vegetales que las hamburguesas veggies que reproducen la experiencia cárnica, ya nadie niega que durante los últimos meses hemos visto nacer una nueva estrella: la carne que no es carne.