La escalada del pernil fresco a un precio medio récord en 2019 (2,79 €/kg) ha conllevado el recorte de los márgenes de los fabricantes de jamón curado blanco, dada la dificultad de repercutir el incremento, por la presión del canal de distribución y la concentración del negocio. La reducción de las entradas puede provocar escasez de producto curado a partir del verano, aunque la llegada de este posible marco dependerá de la evolución de la demanda nacional e internacional a raíz de la crisis del COVID-19. De momento, el ligero aumento de los precios finales aplicado al jamón blanco y el descenso tarifario del jamón ibérico han provocado la bajada de las compras de producto blanco en el canal de alimentación un 1%, según Nielsen, y un 6,2%, conforme a IRI, mientras los loncheados y la diferenciación se mantienen como dinamizadores en valor. El descenso comercial y la revisión de las tarifas por parte de Comapa -sociedad en concurso desde agosto de 2019- ha aliviado el panorama para el resto de los actores y ha permitido a Incarlopsa -totaler de Mercadona- recuperar el primer puesto sectorial. El grupo Cañigueral y Noel Alimentaria han protagonizado el proceso de concentración, al comprar Collell y la planta de loncheados de Calet, respectivamente, y el secadero de servicios Pernils Bufalvent ha cesado actividad y entrado en liquidación.