En 2020, el sector de frío comercial se vio afectado por la ralentización en la expansión de las redes comerciales de las cadenas de distribución, lo que originó un descenso en su cifra de negocios procedente del retail de alimentación. Pese a ello, los principales operadores del sector prosiguen con las inversiones en sus plantas y lanzamientos con el objetivo de ofrecer nuevas soluciones sostenibles y eficientes. En 2021, aunque el tejido comercial se ha impulsado de nuevo, la crisis de las materias primas y suministro ha tenido su impacto en la actividad de las fabricantes de equipos, que prevén que la situación se alargue durante 2022, año en el que entran en vigor nuevas condiciones de la normativa sobre gases refrigerantes.