En el último año, se ha recuperado prácticamente el consumo de productos de cerdo ibérico anterior a la pandemia, por la normalización de la hostelería, la reanudación del turismo y las celebraciones y el logro de una buena campaña navideña. Mientras se impulsaban las cotizaciones del cerdo y de los demás inputs, los precios finales han iniciado una senda de incremento, que ha afectado, sobre todo, a las carnes, embutidos, lomo y loncheados y, en menor medida, al jamón de bellota, línea que cuenta con ciertas existencias acumuladas. En el canal de libre servicio, la comercialización de jamón+paleta de ibérico aumentó un 14% en 2021, ascenso que contribuyó a situar en el 40% el incremento de las compras de productos de cerdo ibérico por parte de los hogares entre 2020 y 2021. La rehabilitación de la actividad en torno al ibérico, el buen comportamiento de la demanda -en el canal de alimentación, hostelería y exportación- y la confianza del consumidor han permitido revalidar el atractivo empresarial de la categoría. Lo evidencian la fuerte apuesta y el impulso logrado por Vall Companys, que ha tomado el control de Embutidos Rodríguez, ha culminado una ambiciosa ampliación de su instalación de El Repilado (Huelva) y ha comprado la planta del grupo Comapa (Jamones Oro de Jabugo) y la marca 'La Joya'. Mientras, ElPozo ha comenzado a trabajar en su nueva factoría de Jabugo, Enrique García ha adquirido Julián Martín, Montesierra ha comprado el negocio de 'Cuyar' y Beher se ha hecho con la fábrica de Incaher.