El consumo de vacuno en el hogar lleva años a la baja y los datos del pasado año no hicieron si no acelerar esa tendencia. Según los datos del ministerio, la cifra se redujo en casi un 20%, hasta situarse en poco más de 177.000 t. El fuerte incremento en el precio de esta variedad de carne, en medio de un clima de inflación generalizada, se apunta como principal causa de la bajada en el volumen. Por contra, la nota positiva la puso el incremento del consumo en el canal horeca y el aumento de las exportaciones, que se elevaron un 6%. De cara al futuro, los más optimistas vaticinan una contención en los precios y una mejora en los volúmenes, pero el sector sigue sujeto a la incertidumbre por las múltiples circunstancias que pueden afectar a su evolución y que van desde la sequía a, la dura competencia que representan los grandes productores mundiales de vacuno. En este entorno, las principales empresas del sector centran sus inversiones en mejoras de sus instalaciones y, especialmente, en la instalación de placas fotovoltacias en sus centros que permitan el autoabastecimiento de parte de su consumo energético. Es el caso, entre muchos otros, de Miguel Vergara, Cipriano Hernández y Dehesa Grande. Por otro lado, el incremento de las exportaciones está animando a ampliar las ventas a países más lejanos, como el sudeste asiático. Entre los exportadores con mayor iniciativa destacan los grupos Medina y Cárnia.