Dulcesol, fiel a su filosofía de adaptar los sabores más queridos de siempre a los tiempos modernos, se basó en el delicioso pandoro -un bollo venido de Verona (Italia) cuyos orígenes se remontan a la Edad Media- para crear su ya famoso postre relleno de crema de cacao. Se trataba de la culminación de una auténtica evolución pastelera.

Ahora, la compañía encuentra una nueva dimensión para la hora de la merienda, que se materializa en un sabor diferente con el mismo formato: el pandorino sabor Natilla.

Frente a quienes opinan que si algo es perfecto no conviene tocarlo, Dulcesol se atreve a innovar incluso cuando se trata de una de sus creaciones más sólidas y codiciadas entre los snacks. ¿Quién no se ha rendido alguna vez a su Pandorino a la hora del café? Un tierno bollo cuya estudiada redondez lo distingue a primera vista, que esconde en su interior la cantidad exacta de crema de cacao… La fórmula del postre tradicional sumada al formato actual combinada con una explosión de cacao parecía imbatible. Pero todo debe evolucionar. El paso siguiente ha sido encontrar otro sabor que enloquece a todos, tal vez más ligero y tan aceptado como el chocolate.

Su suave relleno de crema sabor natilla sorprende a los fieles del Pandorino por su novedad y conquista a los que prefieren su sutileza frente al más goloso cacao.

Pandorino de Natilla se comercializa en packs individuales al peso y/o de cuatro unidades (1€).