Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa Food) anuncia la llegada al mercado de su leche de pastoreo, que englobará su enseña 'Larsa' y permitirá a la firma continuar en la senda de ofrecer al consumidor productos naturales, en línea con su apuesta por la etiqueta limpia, anunciada el pasado mes de marzo. De este modo, la totalidad de la oferta de leche de consumo que la compañía comercializa bajo la marca 'Larsa' procederá de vacas que pastan en libertad durante un mínimo de 6 horas al día durante 120 días al año, o 720 horas al año durante 120 días al año, por lo que estaría avalada con el certificado SGS, entidad mundial especializada en inspección, verificación, ensayos y certificación.
El cambio se realizará de forma progresiva y afectará a toda la gama de productos de la marca, tal y como desvelan fuentes de la empresa, estando prevista la llegada al mercado de las primeras referencias para este mismo de octubre, en el que paulatinamente se podrán encontrar en los puntos de venta habituales de la enseña el nuevo envase de leche en sus variedades entera, semidesnatada y desnatada. Por otro lado, y como gran novedad, Capsa anuncia además el desembarco de 'Larsa' en el mercado de leche sin lactosa, en el que posicionará inicialmente las variedades semidesnatada y desnatada. Su lanzamiento, que irá acompañado de un importante plan de comunicación en prensa, radio, tv, autobuses, vallas y medios on line, vendrá a complementar la oferta de 'Larsa' en referencias sin lactosa, hasta el momento representada por queso y yogures (azucarado y sabor fresa). Con esta decisión de Capsa Food, ya son dos las grandes empresas lácteas gallegas que apuestan por la leche de pastoreo. Leche Celta fijaba para principios de 2018 el lanzamiento de su leche procedente de pastoreo, tras una "importante inversión en innovación e investigación", destinada fundamentalmente en "acciones de apoyo al ganadero" y en el tratamiento de "nuevos formatos"
Capsa Food reparte la producción de su enseña 'Larsa' entre sus instalaciones de Outeiro de Rei (Lugo), en las que centraliza el envasado de leche -en formatos de brik de 1 l y botella de 1,5 l-; y su factoría de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), donde concentra el resto de las categorías con las que llega al mercado, esto es, yogures, quesos, postres y derivados como nata y mantequilla. Precisamente esta última ha sido objeto recientemente de un importante desembolso para su modernización. En concreto, la inversión ha ascendido a 3,2 M y ha permitido situar el potencial de la marca en 8.000 t de capacidad en el caso de quesos y de 8.500 t en yogures. Hace ahora un año, la marca engrosaba su catálogo de yogures con el lanzamiento de cuatro nuevas variedades, destinadas como el resto de la categoría a los lineales de la comunidad autónoma gallega.