Jamones Aljomar se propone, en su 25 aniversario, "llevar sus elaborados de ibérico de bellota y sus carnes de ibérico a lo más alto de la gastronomía nacional e internacional". En esa tarea va a contar con la colaboración de Martín Berasategui, que ha nombrado embajador, "para difundir la excelencia de los productos de la marca. "Tenemos por delante un trabajo conjunto que traerá muchas satisfacciones a nuestros clientes", se traslada.
"Además de todos sus logros profesionales (8 estrellas Michelín, 18 diamentes AAA, mejor cocinero, según la Academia de Gastronomía Española, Grand Prix del Arte de la Cocina, etc.), en la nevera de Martín Berasategui, según sus propias palabras, nunca falta el cerdo ibérico. Por eso, estamos seguros del maridaje perfecto Aljomar-Berasategui. Ambos destacamos la importancia del esfuerzo y el trabajo constante, compartimos la obsesión por la calidad de las materias primas y, por supuesto, estamos convencidos de que las tradiciones artesanales cotizan al alza, al mismo tiempo que se debe investigar y trabajar en la innovación de los procedimientos".
Jamones Aljomar facturó el pasado año más de 28,45 M€ y cerrará 2017 con unos ingresos de 30 M€ . La empresa, propiedad de la familia Sánchez y cuyo centro de producción -puesto en marcha en 1992- se encuentra en Guijuelo, enarbola su ciclo de producción controlada. Así, sus accionistas cuentan también con producción ganadera, desempeñada por Vera Vieja, y participan en Matadero Fuentes El Navazo, "homologado para exportar en Estados Unidos, China, Japón, Corea, Vietnam, Singapur, Sudáfrica, Rusia, Argentina, Méjico, Perú, Brasil, etc..