El fondo de fondo de inversión estadounidense The Carlyle Group habría cerrado la adquisición de la mayoría accionarial del grupo bodeguero Codorníu, hasta ahora en manos de la familia Raventós. El grupo se habría valorado en unos 390 M€, incluida la deuda -unos 90 M€-, y el porcentaje accionarial adquirido podría rondar el 55%-60% del capital.
Según un comunicado enviado por la compañía familiar catalana, ésta habría "firmado un acuerdo de exclusividad para la venta de la mayoría de su accionariado a fondos gestionados por Carlyle".
Hasta la fecha, el grupo estaba participado por 216 socios pertenecientes a cinco ramas familiares (Pagés-Raventós, Raventós-Espona, Raventós-Artés, Farré-Raventós y Raventós-Chalbaud), algunos de ellos abiertamente descontentos con la gestión.
El acuerdo entre Codorníu y Carlyle, en palabras de Mar Raventós, presidenta de la compañía española, permitirá impulsar la internacionalización y "consolidar y dar continuidad a la estrategia del grupo", que en los últimos años se ha centrado en la construcción de marcas de valor y prestigio.
De hecho, Los vinos y cavas de alta gama ya representan cerca del 60% de la facturación global del grupo y a marcas premium como ‘Viña Pomal’, ‘Anna de Codorniú’, ‘Legaris’ o ‘Raimat’, se unieron recientemente tres de sus cavas ('La Pleta', 'El Troç Nou' y 'La Fideuera', integrados en su colección 'Ars Collecta'), que han recibido la certificación de Cavas de Paraje Calificado. Además, la compañía esperaba conseguir para 2019 que toda su producción fuese calificada como ecológica.
Crecimiento orgánico y mediante adquisiciones
Para el director general de Carlyle en Europa, Alex Wagenberg, la elaboradora española tiene "un gran potencial para liderar el mercado mundial de vinos y cavas con marcas de primer nivel"; y con el acuerdo que acaba de firmarse espera que reciba un impulso, tanto orgánico, como a través de nuevas adquisiciones". Para conseguir ese crecimiento, es posible que Carlyle decida vender activos considerados no estratégicos.
Actualmente, el grupo Codorníu Raventós, con una decena de centros productivos, ubicados en Catalunya, Rioja, Ribera del Duero, Argentina y EE.UU., comercializa unos 40 M de botellas anuales de cava, que suponen en torno al 50% de su cifra de negocio.
En el ejercicio cerrado en junio de 2017, Codorníu facturó 236 M€, con beneficios de explotación de 16 M€ y un resultado neto negativo. Ese mismo año ejecutó un ERE para 71 de sus trabajadores, tras abandonar la producción de MDD. La compañía bodeguera tenía previsto cerrar su ejercicio fiscal en curso con un ebidta de 26 M€ y un beneficio en torno a los 11 M.
Por su parte, CCOO ha manifestado que la operación de compra de Codorníu por parte de Carlyle "debe garantizar el empleo del grupo, así como la consolidación de un proyecto industrial de futuro" y ha exigido una "garantía de estabilidad y de futuro" para sus trabajadores y trabajadoras.
Cabe destacar que hace apenas unos meses su gran competidor en el sector del cava, la líder del mercado Freixenet, también cambió de manos, pasando a quedar controlada por el grupo alemán Henkell.