Calidad Pascual cerró 2017 con ventas de 675 M€ y un ebitda de 74 M€. Ambas cifras suponen una ligera mejora respecto a los números del ejercicio anterior, con un crecimiento del 1,9% en facturación y del 2,7% en resultado bruto de explotación. El beneficio antes de impuestos se situó en 25,7 M€, frente a las pérdidas de 5,8 M registradas el año anterior. En 2017, Calidad Pascual redujo su deuda un 7,7% hasta situarla en 192 M€. En los últimos cinco ejercicios, la empresa ha reducido su deuda en 140 M€.
Leches y batidos se mantienen como el principal grupo de productos, aportando 313 M€ a las ventas de la compañía, seguido de aguas envasadas con 115 M. Del resto, 'Bifrutas' supone 53,5 M€; 'Mocay', 38 M; 'Vivesoy', 30,3 M;yogures y postres, 28,6 M y ovoproductos, 18,8 M.
En cuanto a la estructura de costes de la compañía, de los 675 M€ de ingresos, un 62,9% se destinó al pago de proveedores, mientras que los costes laborales descendieron un 5% respecto a 2016, quedando en 106,4 M. Del resto de partidas destaca el capítulo de inversiones, con un presupuesto ejecutado de 27 M€, y el de innovación (1,2 M). La principal inversión del ejercicio, fue la construcción de la planta de envasado de aguas en Ortigosa del Monte (Segovia).
Por otra parte, Calidad Pascual siguió avanzando en sus objetivos en materia de sostenibilidad. En los últimos 7 años, la compañía ha logrado reducir un 26% el consumo de energía eléctrica, un 15% el consumo de agua y un 65% los residuos enviados al vertedero. Asimismo, ha alcanzado el objetivo de vertido cero a vertedero en las plantas de Bezoya de Trescasas y Gurb.