Ramón Giné, administrador de la bodega barcelonesa Cellers Most Doré, pone en valor su proyecto ‘Montesquius’, una marca que cumple 100 años pero que se presenta de nuevo en sociedad con un renovado portfolio de cavas premium y vintage, que complementa su familia de cavas ecológicos, vinos tranquilos y moscatos.

Alimarket: ¿Cómo definiría el proyecto Cellers Most Doré?

Ramón Giné: En Cellers Most Doré creemos firmemente en una viticultura exigente, artesana y respetuosa, comprometida con su entorno y naturaleza. Actualmente contamos con una bodega de elaboración centenaria en Sant Sadurní d’Anoia y una nave de envejecimiento en Subirat, esta última desde principios de 2017. En nuestras instalaciones se elaboran algunos vinos y cavas para terceros pero nuestro principal proyecto es el relanzamiento de ‘Montesquius’, una marca emblemática, con 100 años de historia, que se presenta de nuevo al mercado con una propuesta premium. Para su elaboración, disponemos de 30 ha de viñedo controladas, una capacidad de elaboración de unos 360.000 kg y un parque de 50 barricas.

A.: ¿Qué nos puede decir de los cavas ‘Montesquius’?

R.G.: ‘Montesquius’ son cavas de alta gama, todos ellos grandes reservas, por lo que llevamos elaborando desde hace más de diez años, pero hasta ahora no ha sido momento de presentarlos al mercado. Son cavas vintage, todos brut nature (menos un extra brut) y buscan la diferenciación. Actualmente, tenemos en el mercado los grandes reservas de 2015 blanc de blancs y rosé doré; y la colección ‘1918’, integrada también por grandes reservas, de las añadas 2004, 2008, 2009 y 2014.

A.: ¿Dónde puede encontrar el consumidor final ‘Montesquius’?

R.G.: Se trata de espumosos muy gastronómicos, por lo que se pueden conseguir a través de venta directa en la propia bodega y también en tiendas especializadas y en horeca. De hecho, estamos buscando embajadores para posicionarlos en estos canales y también estamos haciendo las primeras incursiones hacia otros países, como Reino Unido y Alemania. Por ejemplo, tenemos previsto participar en la feria Prowine 2019, de Düsseldorf.

A.: ¿Podrían llegar al canal de alimentación?

R.G.: En principio no. Por un lado, no elaboramos grandes volúmenes y tampoco tenemos una imagen consolidada que podamos defender en un lineal. Son cavas top, con un precio medio en torno a los 20-30 €, salvo la línea 'NatureLovers', un poco más económica y fresca. No obstante, elaboramos otros cavas, además ecológicos, que sí están en el canal de gran consumo: ‘Robert J Mur’ y ‘Pitel-lo’.

A.: El portfolio de 'Montesquius' se completa con una línea de vinos tranquilos.

R.G.: Correcto bajo la marca 'NatureLovers', tenemos tres vinos tranquilos (blanco coupage xarel.lo-chardonnay; un rosado de merlot y un tinto merlot-ull de llebre o tempranillo) y un cava (brut nature gran reserva 2014); además de un moscato y un garnacha 100% cosecha 2017, con la marca ‘Brisa Marina Montesquius’. Es una colección más desenfadada, que conecta con un consumidor más joven.

A.: ¿Tiene la compañía otros proyectos en estudio?

R.G.: Nuestro proyecto más inmediato es trabajar en el reciente lanzamiento de los cavas de la colección ‘1918’, con motivo del centenario de la marca ‘Montesquius’, y conseguir ampliar su distribución. Para 2019 no tenemos previsto presentar ningún producto nuevo, pero para 2020 es probable que sí lo hagamos.

A.: ¿Está realizando Most Doré inversiones en sus instalaciones productivas?

R.G.: Invertimos todos los años en la mejora y racionalización de todos los procesos de elaboración para facilitar las tareas que desarrollan nuestros enólogos, esto es, en equipos, viñedos, barricas y en estos momentos, muy especialmente en comunicación y posicionamiento. En concreto, entre 2016 y 2018 hemos desembolsado casi 626.000 € en maquinaria e instalaciones y entre 2019 y 2020 destinaremos 500.000 € más a nuestra bodega y a los viñedos. Elaboramos bajo las certificaciones BRC (Global Standard for Food Safety) y la norma de carácter internacional IFS (International Food Standard) para garantizar la calidad en todo el proceso de elaboración y envasado de nuestros vinos. También estamos certificados CCPAE y ES-ECO-019-CT Agricultura UE para los elaborados ecológicos.

A.: Y, dado que la bodega de Sant Sadurní es una edificación centenaria, ¿está abierta al enoturismo?

R.G.: Efectivamente, es una bodega que mezcla de forma magnífica tradición y modernidad, en la que se acometió en los años 90 un importante proyecto de ampliación. Además, está integrada en la propia localidad de Sant Sadurní, lo que nos posiciona de forma excelente a la hora de acoger visitas y catas. Ofrecemos, por ejemplo, una cata a ciegas, que se hace con antifaz y que a la gente le parece muy divertida. Buscamos que sea una experiencia distinta, no la mera muestra de una nave y un proceso más o menos industrial. Intentamos también que con el consumidor conozca el cava y sea capaz de diferenciar un básico de un gran reserva.

A.: Por último, la cifra de negocio de Most Doré en los últimos años se ha movido en torno a los 11 M€, ¿qué previsiones se manejan para este ejercicio en curso?

R.G.: Cerraremos en torno a los 11,5 M€ de facturación.