La cadena de supermercados Lidl ha dejado de vender bolsas de plástico en todas sus tiendas, más de 550 en la actualidad. Desde el pasado 1 de enero la compañía ha dado por cumplido el compromiso que anunció el pasado mes de mayo de sustituir todas las bolsas de plástico de sus cajas por las de papel, que han pasado a venderse en formato pequeño y grande, a un coste de 0,07 € y 0,15 €, respectivamente, como alternativa a las bolsas de rafia reutilizables, estas últimas a un coste de 0,50 €.
La retirada de las bolsas de plástico se inició el pasado ejercicio en las tiendas que Lidl tiene en las Islas Baleares y, posteriormente, se amplió a las de Cataluña y la Comunidad de Madrid. Así, desde hace medio año, más de 200 tiendas de la compañía (el 40% de su red en España) operaban ya sin vender bolsas de plástico. Esto ha supuesto hasta el momento, según la cadena, un ahorro de 30 M de bolsas al medio ambiente y, tras su retirada total, dejará de distribuir 100 M de bolsas en 2019, lo que se traducirá en la eliminación de más de 1.300 t de plástico y la no emisión de más de 1.000 t de CO2. Con ello, la empresa dejará de ingresar 1,5 M€ anuales, en parte compensados con la venta de las nuevas bolsas de papel.
Este es el primer hito consumado de un compromiso global de Lidl para reducir en un 20% el plástico de todas las categorías de producto hasta 2025. "De este modo, la cadena va mucho más allá de los compromisos que se ha fijado la patronal del sector y que se centran en reducir el plástico en un 21% en los productos frescos que se envasan en tienda, hasta 2021", según señala.
Este año Lidl también eliminará de sus tiendas todos los artículos de plástico de un solo uso (vajillas, pajitas para beber, bastoncillos de algodón para los oídos, etc.) y se ha comprometido a garantizar que todos los envases de plástico de productos de marca propia sean 100% reciclables hasta 2025.
La primera en decir adiós a las bolsas de plástico de forma definitiva
La empresa fue una de las primeras en tomar medidas desde la entrada en vigor de la ley que establecía el cobro obligatorio por las bolsas de compra en España; una medida que Lidl ya aplicaba desde su llegada a nuestro país en 1994, siendo también pionera en poner en marcha un plan para su eliminación total.
Según destaca la compañía, la decisión ha recibido numerosos apoyos en distintos ámbitos, especialmente por parte de sus clientes: en una encuesta previa realizada a más de 5.500 compradores de la cadena, más del 90% se mostraba a favor de la retirada de las bolsas de plástico y de la utilización de alternativas más sostenibles para transportar la compra.