El grupo gallego Froiz realizó su primera incursión en la Comunidad de Madrid en el año 2008 mediante la puesta en marcha de un supermercado en el municipio de Torrejón de la Calzada (700 m²), pero no fue hasta 2016 que abrió su primer establecimiento en la capital (c/ General Moscardó, 400 m²). Actualmente, la cadena cuenta en esta región con un total de 13 puntos de venta que reúnen una superficie conjunta de 10.526 m², media docena de los cuales se ubican en la capital (3.795 m²). En todos ellos, las frutas y hortalizas se sitúan a la entrada del local, tal y como ha podido comprobar ‘in situ’ Alimarket Gran Consumo en la visita realizada al ubicado en la calle Guzmán el Bueno, 27, en pleno distrito de Chamberí. Estrenado en noviembre de 2020, sus 800 m² de sala le convierten en uno de los centros capitalinos de mayor tamaño.
Con un surtido cercano a las 300 referencias, el granel tiene un papel predominante. De hecho, desde la compañía se puntualiza que la venta de frutas, verduras y frutos secos es, en más de un 90% de los casos, al peso. Con ello, la empresa evita embalajes innecesarios y facilita la compra por unidades, lo que permite al cliente adquirir la cantidad que realmente necesita y contar con descuentos directos por unidad. En lo referente a la composición del mismo, aparte de los indispensables (manzanas, peras, naranjas, limones, tomates, cebollas, ajos, berenjenas, etc.), la propuesta de Froiz incluye frescos de temporada (sandías, melones o pepino), completada con variedades tropicales (piñas, kiwis, mango o aguacates), IV y V gama, ecológicos y productos transversales como hierbas aromáticas, deshidratados y otros de base hortofrutícola (guacamole, smothies o tomate rallado, por poner algunos ejemplos).
Mercancía que, tal y como nos explica Yésica Simón, gerente de la zona centro de Froiz, llega a diario desde Galicia al almacén central de la cadena en el municipio madrileño de Getafe, que se encarga de repartirlo a los diferentes puntos de venta. De hecho, en su memoria anual se comenta que el grupo “está intensificando las rutas logísticas y las reposiciones diarias para poder abastecer a todas las tiendas de frescos”, gracias a Froiz Frutas y Verduras, empresa que compra, gestiona y distribuye estos artículos diariamente a los diferentes bloques logísticos desde Lourido (Pontevedra).
El mobiliario marca la diferencia
En línea con las tendencias imperantes en el sector español, el universo hortofrutícola de Froiz se configura como un espacio con una estética propia dentro del supermercado gracias a la instalación de un falso techo de lamas con acabado de madera que, a su vez, integra su propio sistema de iluminación con leds. No obstante, un estudio más pormenorizado de su estructura deja ver algunas diferencias claves con respecto a los centros de otros distribuidores nacionales.
La primera de ellas es su mobiliario central. Y es que, las dos islas que conforman la columna vertebral de la sección destacan por su forma de elipse con cabeceras continuas redondeadas que mejoran la estética del espacio ya que se evita la barrera visual que supone la tradicional -frente a las rectangulares, cuyo uso está mucho más extendido en la distribución nacional-. Además, dado que el género no se presenta en el contenedor original del proveedor, sino que es colocado en una cuidada disposición piramidal por los profesionales de la tienda directamente sobre estos muebles, los mismos no disponen de inclinación vertical, sino que forman un ángulo de 90º con respecto al suelo. Por otro lado, al no utilizar ‘pools’, las diferentes variedades hortofrutícolas están separadas mediante pequeñas planchas de metal con funciones divisorias que, por ende, pueden moverse en función de las necesidades del momento para crear nuevos huecos o, por el contrario, ampliar los existentes.
En cuanto a la disposición del surtido, uno de los dos muebles se dedica íntegramente a fruta (con básicos como la manzana y la fruta de verano, en su cara anterior, y tropicales como el coco o la papaya, en su posterior), mientras que el segundo destina uno de sus lados a cítricos y, el otro, a hortalizas (pimientos, tomates o calabacines). En ambos, la gallega ha optado por vender de forma conjunta todas las referencias de una misma familia. Por ejemplo, en el centro madrileño recorrido, los plátanos al peso se venden junto con los envasados y los ecológicos. El objetivo, según nos explica Simón, es que las referencias bío sean más visibles para aquellos compradores no habituales. Además, este tipo de artículos se diferencia por su embalaje, de cartón. Aquí, Froiz puntualiza que ha eliminado el plástico en los envases de frutas y verduras eco, sustituyéndolos por otros más ecosostenibles, como cartón y malla de algodón. En esta misma línea de sostenibilidad se encuadra su decisión de permitir al cliente llevar sus propias bolsas.
Un mural refrigerado particular
Otra de las particularidades de esta tienda la encontramos en el mural refrigerado que discurre pegado a la pared y sobre el cual se sitúa el rótulo que anuncia la entrada en la sección hortofrutícola. Aparte de su ubicación (a la entrada de la frutería) y su estructura (se trata de un modelo doble que cuenta con una parte abierta y otra cerrada), la gran diferencia con respecto a la competencia la encontramos en su portafolio comercial. Y es que, gran parte del mismo está constituido por frescos al peso tanto de frutas (peras, kiwis, paraguayos, peras, uvas o ciruelas), como de hortalizas (lechugas, judías verdes, berenjenas, cebolletas, etc), cuando lo habitual que es el 100% de la oferta de este tipo de muebles se dedique a referencias en bandejas. De un modo global, en base a cálculos de Alimarket, en este espacio tendrían cabida alrededor de una veintena de referencias sin envasar. Junto a ellas, también podemos encontrar hierbas aromáticas frescas, IV y V gama de hortalizas (maíz, remolacha o calabaza) y frutas (sandías, melones y papayas partidos por la mitad o vasitos de fruta cortada y pelada de sabores como la piña) y otras de mayor valor añadido (mix de hortalizas, preparados para puré, tomate rallado, guacamole, etc). En lo concerniente al módulo cerrado, en esta ocasión su catálogo es más tradicional y está compuesto, básicamente, por ensaladas y hortalizas de IV y V gama, especialidades como el salmorejo o el gazpacho y algunos encurtidos (aceitunas o cebolletas).
La sección se completa con una estantería vertical con baldas de metal que reúne todas aquellas hortalizas que no pueden faltar en la cocina como patatas -presentes en varios formatos como 2,5 kg o 5 kg-; cebollas -también en diversas presentaciones como mallas de 1kg o para guarnición (500 g)-, junto con novedades como chalotas envasadas (250 g) o a granel; ajos (morado o negro, aparte del clásico blanco), tubérculos (cúrcuma, boniato o jengibre), hierbas aromáticas ecológicas envasadas (perejil y menta), deshidratados (cúrcuma) o wakame (alga culinaria).
Finalmente, cabe destacar que este punto de venta cuenta con prácticamente todas las innovaciones que Froiz ha ido incorporado a sus supermercados en los últimos años tales como exóticos madurados en planta, máquina de zumo de naranja o dispensadores específicos para los frutos secos a granel (avellanas, nueces o almendras, entre otras) que, además, cuentan con bolsas de papel certificado FSC para su compra.