Las startups foodtech europeas recaudaron un total de 4.300 M€ a lo largo de 2023, con una disminución del 35% respecto a la cifra alcanzada en 2022, y del 56% con respecto a 2021, cuando la actividad inversora tocó techo en el sector y en el conjunto del ecosistema startup. A pesar de la notable tendencia negativa de los dos últimos año, la cifra de inversión 2023 continúa un 38,7% por encima de la registrada en 2020 y muy por encima de los registros anteriores en la serie histórica. Respecto al comportamiento de la inversión foodtech en España, el dato alcanzaría los 115 M€, lo que sitúa a nuestro país como el décimo en el ránking europeo por volumen de inversión, y el último en la lista de los países que superan los 100 M€ de inversión anual, tras registrar una caída en la inversión durante el pasado año del 69%. Son los principales datos que se desprenden del informe 'State of the European FoodTech Ecosystem in 2024', presentado esta semana por la consultora especializada francesa DigitalFoodLab.
Según el análisis que nos ofrece Matthieu Vincent, partner en la consultora, "hay muchos motivos para la esperanza en estos datos". Fundamentalmente, por el carácter resiliente que están mostrando el grueso de las propuestas involucradas en el foodtech, que, excluyendo el vapuleado negocio de las entregas de alimentos, que decrece más del 90% desde 2021, no han estado lejos de registrar estabilidad en la captación de fondos. Entre las verticales que han mostrado mejor comportamiento durante el pasado ejercicio, DigitalFoodLab destaca los segmentos de bioinsumos y gestión agrícola en el área Agritech, y proteínas alternativas en el área de nuevos ingredientes y alimentos, que incluso demuestran crecimiento en sus inversiones.
Por otro lado, como ya veníamos viendo a lo largo del año, el ritmo de decrecimiento de la inversión foodtech en Europa, condicionado por la disminución de las grandes operaciones, ha sido sustancialmente menor al que se ha dado a nivel global, que ha alcanzado el 56% respecto a 2022. De esta forma, Europa ha pasado a convertirse en la segunda región global con mayor rango de inversión, sólo superada por EE.UU., acaparando ya el 32% de las inversiones totales en foodtech, frente al 14% que representaba en 2020. Esta resiliencia europea se basa principalmente en el aumento de los acuerdos, aunque sea con importes menores, especialmente en startups en etapas iniciales y dispuestas a navegar en las tendencias a largo plazo.
Según el informe, los diferentes ecosistemas europeos se han visto afectados de una manera similar, con algunas excepciones, principalmente procedentes de aquellos países que dependen fuertemente de una única startup, principalmente orientada a la entrega, que son los que experimentan una mayor caída en la inversión, como ya pasase en el ejercicio 2022 en España. Al frente de la actividad inversora en Europa encontramos a Reino Unido (1.100 M€ en 2023), que cae a ritmo del 28%; Francia (750 M€), cayendo un 37%; y Alemania, que el único ecosistema, junto a Suiza, que crecía a lo largo de 2023, y que tras un 2022 nefasto lograba elevar sus inversiones a ritmo del 37%, sorprendentemente impulsadas por un par de nuevas empresas de entregas de comestibles en menos de 30 minutos.
