"¿No tiene más sentido y más impacto reducir un 20% la carne en el 90% de los consumidores que reducir el 100% en un 2%?". Es el argumento que define y que defienden los impulsores del segmento "blended meat" o carne híbrida, que aboga por consumir una hamburguesa de carne, pero con menos carne, mezclando el producto de origen animal con proteína vegetal, de forma que se mantenga el sabor e incluso se mejore el valor nutricional. Este es el posicionamiento con el que llega al mercado chileno 'Maggi Rindecarne', el nuevo desarrollo de la multinacional Nestlé, que permite a los consumidores duplicar la cantidad de la porción de carne en recetas de carne picada, combinando la asequibilidad y la sostenibilidad en el clásico sobre de 'Maggi' -en la foto que acompaña la noticia-.
Hablamos del primer extensor de carne de 'Maggi'. El producto es una mezcla de soja texturizada y especias, versatil y personalizable, que al agregarse a la carne picada permite mantener el valor nutricional de la receta, sin comprometer el sabor y, como se indica, duplicar la cantidad de las porciones a un precio asequible, poniendo el foco de este desarrollo principalmente en un precio asequible. "Nuestro equipo de expertos y chefs desarrolló una solución a medida que brinda una cantidad equivalente de proteína de manera asequible a los consumidores de América Latina. Nuestra innovación garantiza el sabor y la textura familiares de la carne picada, es estable y fácil de usar", agrega Swen Rabe, director del Centro de Productos y Tecnología para Alimentos de Nestlé.
Según explican desde Nestlé, esta innovación se basa en el enfoque de Nestlé de desarrollar soluciones que combinen ingredientes de origen animal y vegetal, maximizando la nutrición, la asequibilidad y la sostenibilidad. Sigue al lanzamiento de una mezcla de proteínas de origen vegetal estable en 2022, que se desarrolló para complementar los platos de huevo de una manera nutritiva y asequible en América Latina, y al desarrollo de una solución de bebidas asequible y nutritiva hecha a partir de una combinación de leche y soja de origen local para África central y occidental.
'Maggie Rindecarne' tiene una base de proteína de soja, harinas de soja y trigo, y glutamato de sodio, con sabores naturales y otros agentes de sabor como ajo, remolacha, pimentón, azúcar, pimienta, sal y ácido cítrico. También tiene aceite de canola y colorante de caramelo natural. Cada porción contiene 5,2 g de proteína y solo 0,4 g de grasa (con una cantidad mínima de grasa saturada).
En esta misma línea, hace unos días conocíamos que Quorn colabora con el el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido para llevar a los menús de los hospitales productos cárnicos híbridos, elaborados con una mezcla de carne tradicional y micoproteína de la marca inglesa. La empresa ha revelado que ya trabaja en el desarrollo de recetas que integren diferentes beneficios, entre ellos la reducción de la huella de carbono de los menús y la ayuda al sistema sanitario del Reino Unido para alcanzar sus objetivos climáticos. Además, pretende reducir las grasas saturadas y el colesterol de las dietas de los pacientes y los empleados, así como añadir más fibra. Se espera que estos productos estén en los menús en algún momento antes de finalizar 2024.