Tras dos años de tensión inflacionista sin precedentes, el sector de supermercados afronta 2024 con buenas expectativas a pesar de que aún se enfrenta a elementos de incertidumbre en un escenario de máxima presión competitiva. El consumidor que sale de esta última crisis, todavía no superada, se ha vuelto más racional en sus decisiones de compra y prioriza el precio para contener el gasto. En general, los esfuerzos de las compañías se centran en maximizar el rendimiento comercial y los modelos evolucionan hacia una mayor especialización en las secciones de ‘take away’, frescos o higiene y perfumería, como principales polos de tracción. Mientras, se suceden las operaciones de compra-venta. Las últimas fueron capitaneadas por Alcampo, Carrefour y Uvesco, y no se descartan nuevos movimientos, principalmente auspiciados por los fondos de inversión.