El relevo generacional y el acceso y la gestión del agua son dos de las principales dificultades del ramo productor de aceite de oliva, según se ha expuesto en el congreso Creciendo Juntas de 'Carbonell', organizado por Deoleo con motivo del día internacional de la mujer rural, que se celebra hoy (15 de octubre). En este foro, enmarcado en el "compromiso de la compañía con la sostenibilidad y la igualdad", se ha reunido a doce mujeres de relevancia profesional en la producción, elaboración, comercialización e investigación del aceite de oliva, que han descrito su rol, aportaciones e inquietudes respecto al sector.
"Dada la falta de mano de obra -debida, en parte, a la estacionalidad de la cosecha-, estoy intentando mecanizar mi olivar. Pero me planteo, ¿cómo invierto? ¿Es el momento? La tarea agrícola no es fácil. Tenemos que hacer mucho papeleo. Necesitamos que se simplifique la PAC", señala María José Campos, agricultora y secretaria del consejo rector de Coop. Ntra. Sra. de la Consolación de Doña Mencía. "La sostenibilidad es la base de nuestra agricultura. Intentamos cuidar los recursos y no desperdiciar agua. Tenemos cubiertas vegetales, que evitan la erosión del suelo. Buscamos el equilibrio entre la fauna y la flora. Molemos la aceituna al día, para evitar defectos en el aceite", añade.
"Solo el el 7% de los solicitantes de la PAC tienen menos de cuarenta años", apunta Nuria Yáñez -directora de la nueva Fundación Almazaras de la Subbética y representante en la entidad cordobesa del Protocolo de Sostenibilidad e Igualdad de Deoleo-, quien introduce así el problema de la sucesión en campo. En este sentido, Brigida Jiménez -del Ifapa de Cabra- recuerda que "la UE está dando mucha ayuda a los jóvenes agricultores, más si son mujeres". De momento, "la decisión de la mujer rural de quedarse en el campo, ya contribuye de forma inherente a fijar la población en zonas rurales. Las mujeres están dejando una huella imborrable. Traen nuevas perspectivas y nuevas ideas y nos ayudan a ser más resilientes. Son exponentes de que la tradición y la innovación pueden coexistir de forma armónica" añade Victor Roig, director general de Deoleo en España.
La tecnología y la IA como foco atractor
Pero, ¿cómo logra atraer más talento joven al olivar y a la industria aceitera? "La digitalización viene a ayudar a mejorar la calidad de vida de los agricultores y puede ser un polo atractor de jóvenes. Hasta hace poco, los jóvenes veían el campo como algo retrasado. Pero la revolución tecnológica ha hecho que comiencen a mirar este sector. Ahora, tenemos lista de espera para formación en ingeniería agrónoma. En general, la digitalización es el camino para avanzar. El logro de una mayor cantidad y calidad protegiendo el planeta solo se consigue con innovación. Pero no puede haber una agricultura verde en números rojos. La innovación nos permite ahorrar costes y mejorar los ingresos. Desde la Universidad de Córdoba realizamos una investigación enfocada en los problemas reales del sector", apunta Rosa Gallardo, que dirige la Cátedra internacional de inteligencia artificial y Agricultura.
"En nuestra cátedra el 70% son mujeres. Estamos intentando acercar la inteligencia artificial (IA) a todos los eslabones de la actividad de aceite de oliva. Esto pasa por la disposición de datos. Así, estamos trabajando en asistentes virtuales; en modelos predictivos, que pueden evitar las plagas, etc.; y en gemelos digitales, que consisten en la recreación digital de una realidad. Ya tenemos uno de una almazara y otro, en equipos de riego", añade la docente e investigadora. "En Ifapa, estamos trabajando en relación al agua y la mecanización y tenemos un seminario para la obtención de gas a partir de nuestros subproductos", expone Brigida Jiménez.
Llegan nuevas soluciones en materia de agua para riego
La tecnología y la digitalización pueden contribuir a una mejor gestión y rendimiento de las explotaciones agrícolas y las almazaras. Pero "sin una política del agua que rentabilice el olivar, este se acaba. Si queremos que los jóvenes se queden, tenemos que hacer el olivar más rentable y esto se consigue con el agua. Me llama la atención que, hace unos días, se desembalsara agua de un pantano", declara Brigida Jiménez.
En este sentido, Nuria Yáñez expone un nuevo proyecto de aprovechamiento para el olivar del agua de la depuradora municipal de Carcabuey (Córdoba), un tipo de iniciativa que se está llevando a cabo también en otras localidades cordobesas. "Se ha conseguido una subvención. Con el agua de la depuradora de nuestro pueblo se van a poder regar 129 ha, con un caudal de 1.500 m3 ha/año", explica esta profesional a Alimarket. "También se puede efectuar la recogida de aguas pluviales e invertir en balsas de agua", añade María José Campos.
Mejora de la cadena pasando por la industria
"Hay que trabajar en mejorar la calidad del aceite de oliva como se ha hecho con el vino. Yo les digo a los jóvenes: tenéis que tener conocimiento. El conocimiento mejora el mundo. Y nunca hay que decir que el aceite es caro. Su consumo, al precio actual, puede suponer un gasto de solo 50 céntimos por consumidor al día. La cadena del aceite de oliva es complicada", declara Brigida Jiménez.
Deoleo está trabajando para mejorar esta actividad y añadir valor con su estrategia de sostenibilidad. Su Protocolo de Sostenibilidad, que busca una mayor calidad y trazabilidad y el cuidado del medioambiente, tiene ya adheridas 83 almazaras de seis países, que suman 53.000 agricultores y más de 300.000 ha de olivar", expone Rafael Pérez de Toro, director de calidad del grupo. Como apoyo a su proyecto de trazabilidad e identificación de las botellas con QR, en la planta de Alcolea de Córdoba se ha implantado un "proyecto de automatización. Además de ha instalado un nuevo sistema de filtrado, visión artificial para el producto terminado y placas fotovoltaicas. La industria oleícola tiene mucha tecnología en todos los procesos. Tenemos que construir una industria 4.0, que suponga una mejora en términos de eficiencia, rentabilidad, calidad y medioambiente", declara María del Mar García, directora de dicha fábrica.
Hacia una nueva concepción comercial
A nivel comercial, "tenemos el viento de cola. Las perspectivas son buenas. En todos el mundo, hay oportunidades, pues el consumo global de aceite de oliva es bajo. El mercado estadounidense no para de crecer. También aumenta el consumo en otros mercado como el indio", resume Mariu Luchetti, directora de marketing, innovación y sostenibilidad de Deoleo.
"En Asia, está creciendo el consumo porque está aumentando la clase media. El aceite de oliva no se consume más porque no hay conocimiento. Tengo la impresión de que el aceite de oliva solo aparece en la prensa por el alto precio o el fraude", declara Lucía Matas, directora comercial de Almazaras de la Subbética.
"Ahora es el momento de España. Tenemos todos los mimbres. El aceite supone salud, es irreplicable en alimentación y gastronomía e implica sostenibilidad. En veinte años, ha pasado de ser un commoditie a ser protagonista. Habría que hacer lobby para que los gobiernos promueven el consumo de aceite de oliva, un producto con unas propiedades saludables incuestionables, que puede contribuir a prevenir enfermedades como el cáncer. El sector y Europa necesitan saberlo. Habría que incorporarlo a las etiquetas", apunta Rosa Vañó, directora comercial de 'Castillo de Canena' y académica de la Real Academia de Gastronomía.
Blanca Torrent -CEO de Aceitunas Torrent y delegada de Hacienda, Economía y Empleo del Ayuntamiento de Córdoba- coincide con Vañó. "Necesitamos formar lobby. Tenemos que acercarnos a los colegios. Es necesario que alguien nos lidere desde el campo de la política en esta materia. Pero no es fácil porque el lenguaje empresarial es distinto del político. Tenemos que ganarnos la confianza".
