“Esperamos que estos últimos cuatro meses del año permitan recuperar unos cuatro primeros meses muy malos y otros cuatro meses no demasiado buenos”. Con esta frase, el director de Espirituosos España, Bosco Torremocha, resume las previsiones del sector de bebidas espirituosas de cara al próximo cierre del ejercicio 2024, con la cautela propia de un sector que continúa sumido en la incertidumbre. Un cierre en el que el mayor anhelo del sector es un resultado plano, para lo cual confían en la buena evolución de la campaña de Navidad, además del tirón del turismo, alentados por las favorables expectativas de Hostelería de España.

En concreto, el mercado español de licores y bebidas espirituosas prevé cerrar el año con una oscilación negativa de alrededor de un 1%, tras un 2023 en el que el volumen de spirits comercializado cayó hasta un 5,9%. La patronal de los espirituosos confía en remontar el año en el último tramo, toda vez octubre y noviembre habrían arrojado buenos resultados y habría buenas perspectivas de cara a la inminente campaña navideña, con la excepción de la Comunidad Valenciana, afectada por las tremendas consecuencias de la dana de finales del pasado octubre.

En lo que respecta a los mercados exterior, las previsiones son más que positivas, tras un 2022 en el que se batieron récords y un 2023 protagonista de una ligera contracción. Espirituosos España confía en que las exportaciones -destino del 45% de la producción española de bebidas espirituosas- se eleven en 2024 alrededor de un 5% por encima del ejercicio precedente.

En cuanto a las diferentes categorías que integran el mercado de espirituosos, "todas sufren", según Torremocha. Whisky, licores y ginebras continúan englobando el grueso de las ventas. Esta última categoría muestra síntomas de agotamiento en todos los segmentos de precio, si bien "continúa en buena forma"; mientras el ron muestra una buena evolución; y vodka y brandy se mantienen en niveles similares, en este último caso con tendencia hacia el segmento ultra-prémium.