Mondelez International concluyó el primer ejercicio como sociedad independiente, tras la escisión en dos compañías en octubre de 2012, con un crecimiento en sus ventas netas consolidadas del 0,8%, lo que se traduce en una facturación de 35.299 M$ (25.900 M€). Por contra, su crecimiento orgánico fue notablemente superior, concretamente, del 3,9% (un 3,4% por el aumento de las ventas y un 0,5% adicional por el efecto de la subida de precios). Esta diferencia se explica por la bajada de precios que registró el café, consecuencia del menor coste del producto en origen. De hecho, las ventas en esta categoría descendieron entre un 1 y un 3%. Sin embargo, fueron los chicles lo que presentaron un peor comportamiento. Concretamente, las ventas de chicles y caramelos cayeron en conjunto un 1,5%, lastradas por un descenso de alrededor del 5% del chicle.
Con todo, la compañía alcanzó durante el pasado ejercicio un resultado operativo de 3.971 M$ (2.926 M€), un 9,2% por encima del alcanzado en 2012, mientras que su beneficio neto ascendió a 3.935 M$ (2.889 M€), un 27,2% más. Como se recordará, el incremento de márgenes brutos fue una de las principales objetivos marcados por la nueva compañía desde su nacimiento.
Con vistas a este 2014, Irene Rosenfield, presidenta de la compañía, confía en lograr un crecimiento orgánico del 4%, igual o por encima de las previsiones para el mercado mundial de snacks, y en mejorar su beneficio, incidiendo nuevamente durante el ejercicio en curso en el incremento de la eficiencia y en la reducción de costes. Entre sus planes para este año se encuentra, continuar ganando peso en los países emergentes y, sobre todo, en revitalizar la categoría de chicle, en la que se vislumbran los primeros resultados de sus políticas de innovación.
Por mercados, la mejor evolución correspondió a los denominados países BRIC, donde sus ventas se incrementaron un 10%, mientras que en los emergentes, lo hicieron en un 9%. Europa y el resto de mercados maduros, el avance fue mucho más moderado. En concreto, en Europa, sus ventas netas crecieron un 1,8%, cifra que se recortó hasta el 1% en términos orgánicos, por los bajos precios del café. En cuanto a las marcas que mejor evolucionaron, 'Oreo', 'Cadbury' y 'Tassimo' lograron elevar sus ventas a doble dígito en el último interanual.