Alimarket.: ¿Cómo fue el comportamiento del sector durante el último ejercicio?
Alberto Fantova.: Estamos notando síntomas de mejora, pero el crecimiento de la gran distribución está directamente relacionado con la situación económica del país. Todavía estamos lejos de las cifras precrisis y suponemos que habrá que esperar entre un año y medio o dos para llegar a ese punto. Al final, el consumo está muy relacionado con el crecimiento del sector y esa sensación que teníamos de no mirar el precio no se está produciendo actualmente. Además, la gran distribución y el sector de la alimentación en particular, está en un proceso de reinvención en el que están todos los retailers muy expectantes sobre cómo va comportarse el cliente del futuro, de qué manera va a envejecer el cliente actual y cómo comprarán los nativos digitales, ya no los millenials, sino los que vienen detrás.
A.: ¿Cómo afrontan los retailers estos cambios que se estan produciendo en su sector?
A.F.:Sí que estamos percibiendo cierta preocupación, que hay una serie de variables sobre la mesa, como el ecommerce o la amenaza de Amazon que hacen que todos los retailers estén planteándose seriamente dónde estamos y a dónde queremos ir. En ese sentido, nosotros este año hemos montado un laboratorio para la alimentación y hemos tenido la suerte de que han pasado por aquí el 90% de los grandes reatilers que operan en este país. A todos les preocupa prácticamente lo mismo, el comportamiento del consumidor, la experiencia de usuario, qué pasará mañana. Y en capas más superficiales, la sostenibilidad, la accesibilidad en el punto de venta, la ergonomía, la versatilidad del mobiliario, la integración de la tecnología.
A.: ¿Cómo se ha adaptado su empresa a la crisis económica?
A.F.: La crisis para nosotros sí que supuso un punto de inflexión. En 2008 se tomaron decisiones que nos hicieron diversificar mucho en nuestra línea de producto y de negocio y, actualmente, no dependemos sólo de un sector. Hemos entrado en proyectos de mobiliario a medida. Hemos hecho 4.000 tiendas para Vodafone, en todo el mundo, o también desarrollamos la expansión de Adidas, con tiendas que no responden a unos estándares de mobiliario sino que las hacemos a medida. Y también la conquista que hemos hecho con las marcas, trabajar con Coca Cola, Procter&Gamble o Heineken. Trabajamos ya de la mano de la marca.
A.: ¿Cuáles son las demandas actuales de la distribución alimentaria para mobiliario?
A.F.: Estamos detectando que lo que cada retailer quiere es contar una historia diferente en el punto de venta. Entonces aunque es cierto que hay empresas que marcan tendencia, sin embargo,hayuna necesidad de personalizar. Independientemente de esto, la tendencia es reforzar las secciones de frescos. Además, las secciones de cosmética, frutería y panaderiason las que más se están reinventando. Es muy importante que los proveedores entendamos las necesidades del propio desarrollo de negocio del retailer. Por ejemplo, estamos testando el elevador de cestas que ayuda a la gente mayor. Asimismo, trabajamos en la remodelación de la pescadería, atendiendo a la flexibilidad, la ergonomía, etc. La nueva pescadería resuelve mucho más que lo visual y de la mera exposición, sino también la carga y la descarga del hielo, la gestión del tiempo o facilitar la descarga de producto.
A.: ¿Cómo va a cambiar la tecnología el punto de venta físico?
A.F.: El cliente codifica muy bien el ecommerce pero también quiere seguir yendo al punto de venta. Tenemos que trasladar lo que le atrae del online al mundo off. Una buena tecnología puede aportar mucho y, aunque no va a ser tan rápido como se piensa,va a suponer un cambio sustancial. Ya se está apostando por digitalizar la gestión de turnos queevita que el cliente esté parado esperando que le atiendan. Puede ir haciendo comprar e ir a la sección atendida cuando le avise su móvil, por ejemplo. En la sección bodega hay mucho por hacer aplicando la tecnología como recomendador de consumo. O proponer experiencias para los niños vinculando la marca en esos espacios cada vez más habituales donde se pueden quedar los niños mientras los adultos hacen la compra. Lo bueno que tiene la tecnología es que todo se puede medir. No necesitas implementar algo en 500 tiendas sino que con testarlo en unas pocas accedes a métricas muy interesantes que te indican por dónde hay que trabajar. Creemos que el cambio digital va a venir liderado por las marcas y el fabricante es el que va a empujar al retailer.