El consorcio que ha desarrollado Vinysost se ha reunido en la sede del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) para clausurar este proyecto de I+D que arrancó en agosto de 2014. Bajo el título “Nuevas estrategias vitivinícolas para la gestión sostenible de la producción en grandes superficies y el incremento de la competitividad de las bodegas en el mercado Internacional”, ocho socios empresariales (Grupo Codorníu Raventós -líder del consorcio-, La Rioja Alta, Familia Torres, Bodegas Barbadillo, Francisco Oller, Lallemand Bio, Martín Códax y Bodegas Roda) y diez grupos de investigación españoles han participado en esta iniciativa. Vinysost ha contado con un presupuesto de 7,5 M€, de los cuales más de 6 M han sido aportados por el CDTI y cofinanciados por los fondos FEDER de la Unión Europea.
María Vega Gil, directora de Certificación y Compra Pública Innovadora del CDTI, Mireia Torres, presidenta de la Asociación de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) y directora de Innovación y Conocimiento de Familia Torres, y Miguel Sancho, responsable de Desarrollo Enológico I+D de Codorníu, han intervenido en el acto de clausura y han coincidido en destacar la “colaboración real” que se ha dado entre las empresas y los centros de investigación del consorcio a la hora de desarrollar el proyecto de VINYSOST.
En Vinysost han estado representadas en total ocho Comunidades Autónomas: Cataluña, Andalucía, La Rioja, Galicia, Madrid, Valencia, Aragón y País Vasco. Además, el proyecto ha supuesto la creación de 24 puestos de trabajo, 6 más de los que estaban previstos en su lanzamiento. Cabe desatacar también que esta iniciativa ha sido recogida en 3 tesis doctorales, en 31 participaciones y publicaciones en congresos, en 37 artículos científicos y en más de 130 informes parciales que recogen los resultados más importantes alcanzados.
Para cumplir con el objetivo final de mejorar la sostenibilidad y el carácter competitivo de los vinos españoles en el mercado internacional, Vinysost establecía tres grandes áreas de estudio. La primera de ellas, conocida como VitisostT, se centraba en el diseño de estrategias para la producción sostenible en grandes viñedos, incluyendo trabajos sobre su estado sanitario (plagas y enfermedades), su gestión y mecanización, la implementación de mejoras tecnológicas en viñedo y de productos alternativos y mejorados para optimizar el momento de vendimia, tanto en variedades blancas como tintas. Todo ello orientado a mejorar la calidad de la uva y controlar su crecimiento en grandes superficies vitícolas, como base para la elaboración de vinos de calidad.
La segunda área, Eno+, estaba orientada al desarrollo de estrategias para la mejora y modelización de la correcta evolución y estabilidad del vino, buscando el aseguramiento de su periodo óptimo de consumo y dando respuesta así a las necesidades y gustos actuales del consumidor internacional. Para ello, se han diseñado herramientas y marcadores relacionados con el control de la estabilidad aromática, sensorial, química y microbiológica de los vinos en toda su cadena de producción, gracias a un mejor conocimiento del papel del oxígeno en todo el proceso vitivinícola.
Finalmente, la tercera, o Winesost, pretendía mejorar la sostenibilidad integral vitivinícola (de la cepa a la botella), mediante el cálculo por empresa de la huella de carbono e hídrica, así como del ciclo de vida y su coste. De esta manera se ha buscado el modo de compatibilizar la obtención de producciones de calidad y la competitividad empresarial con el respeto al medio ambiente. En los próximos meses, el consorcio de Vinysost elaborará un informe con todas las conclusiones técnicas, dando a conocer así todas las innovaciones que se han logrado en el marco de este proyecto.