El grupo vitivinícola Raventós Codorníu acaba de incorporar a su equipo directivo al francés Emmanuel Pouey, nacido en Burdeos, como Director Global de Marketing. Hasta la fecha, Pouey ha desarrollado su carrera durante veinte años en el Grupo Bacardí en Francia, España, Portugal y Reino Unido, con diversos puestos de responsabilidad y en el grupo Deoleo.
En su comunicado, el grupo Raventós Codorníu enmarca este fichaje en su "apuesta por el valor del origen, el liderazgo y la búsqueda de la autenticidad desde el terruño, para convertir sus marcas en referentes en el sector vinícola global". Precisamente desde hace unos años, la compañía ya había realizado un viraje hacia los vinos y cavas de calidad.
Raventós Codorníu, con quince bodegas repartidas en España, Argentina y California y con 3.000 hectáreas de viñedo en propiedad, está partipada desde finales del pasado año en un 68% por el fondo norteamericana Carlyle.
Según publicaba recientemente Economía Digital, ha puesto en marcha un plan estratégico para el periodo 2019-2022 que tiene como objetivo incrementar los beneficios hasta los 50 M€ (desde los 12,5 M registrados en la campaña cerrada en 2018), un plan liderado por Ramón Raventós como CEO.
Para lograrlo, Codorníu aspira a potenciar la venta de vinos de mayor valor añadido, impulsando el negocio de cava en torno a un 2,5% anual pero poniendo el foco en los vinos tranquilos, de la mano de su bodega Raimat, que será remodelada.
A estas medidas se suman recortes de gastos, como los de plantilla (prejubilaciones y bajas voluntarias que afectaron a 70 trabajadores el pasado mes de abril y que se sumaron al ERE aplicado en 2017) y la venta de "diferentes activos inmobiliarios emblemáticos considerados no estratégicos", como los edificios de Masía Bach y Cavas Rondel.
Todo ello, en un contexto de vendimia no exento de polémica, dado que agricultores de Cataluña, Extremadura y Valencia acusan a los grandes productores de una reducción drástica de los precios (entre 30 y 33 céntimos/kg de uva, frente a 47-52 céntimos/kg que se pagó el año pasado) e incluso están previstos paros y protestas.