Llagar Castañón y Sidra Menéndez están trabajando con el Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias en un proyecto colaborativo junto a la Fundación Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC), con el objetivo de desarrollar un sistema público de trazabilidad de la Sidra de Asturias (DOP) a través de tecnologías blockchain.
El consumidor ya puede acceder a información detallada sobre el origen y el proceso seguido para elaborar las sidras 'Val de Boides' (Llagar Castañón), 'Menéndez Ecológica' y 'Val d'Ornón' (Sidra Menéndez), a través de una aplicación de consulta desarrollada para este fin. El acceso a la aplicación se puede realizar a través de dos vías: introduciendo la dirección sidradop.ctic.es y escaneando el código QR que aparece en las etiquetas de las marcas indicadas
Una vez en la pantalla inicial, se introduce el número que aparece en la precinta oficial del Consejo Regulador que se encuentra adherida a la botella y la aplicación le mostrará toda la información sobre la sidra, como el origen de la manzana, las variedades utilizadas, las notas de cata, el lote de comercialización y otros datos clave acerca del proceso de elaboración seguido.
Por medio de este proyecto, el Consejo Regulador en colaboración con el CTIC Centro Tecnológico refuerza su apuesta por la innovación y contribuye a mejorar la imagen de marca de la DOP Sidra de Asturias; incrementar la confianza del consumidor, ofreciendo información ampliada sobre el origen y el proceso seguido por los productos que consume; afianza la seguridad y confianza en la trazabilidad de la DOP y ayuda a los llagares a introducirse "en productos y servicios de carácter tecnológico que permitan mejorar su imagen y competitividad en el mercado".
En 2019 las contraetiquetas de DOP Sidra de Asturias marcaron un nuevo récord histórico, tras aumentar en un 27%, respecto a la campaña anterior, hasta los 4,79 M ud. Esta sidra amparada por sello de calidad se puede encontrar en el mercado en tres variedades diferentes: natural de escanciar, natural de nueva expresión (filtrada, que puede servirse sin ser escanciada) y natural espumosa. La sidra natural (de escanciar y filtrada), que supone en torno al 97% del total, se consume principalmente en Asturias (87,7%) y apenas un 1,7% va a otros países; mientras que la natural espumosa se reparte en un 30% en Asturias, un 64,3% en el resto de España y un 5,7% para exportación.
"Durante el periodo de confinamiento, es cierto que las ventas se han incrementado un 25% en alimentación, pero apenas representa un 8% de las ventas totales. Algunos lagares han vendido sidra a domicilio y también a través del canal online, pero esto no compensa en absoluto la pérdida de ventas en hostelería", explicaba el pasado verano el gerente de la DOP, Daniel Ruiz.