El grupo Bodegas Familiares Matarromera lanza al mercado su nueva referencia ‘Emina Emoción’, que culmina todo el proyecto de sostenibilidad que ha venido desarrollando en la bodega Emina Ribera desde sus inicios en el año 2005. Se trata, según la compañía, de “un vino de autor, complejo y elegante”.
“El lanzamiento de Emina Emoción es el broche de oro a nuestro pionero proyecto de sostenibilidad, digitalización, economía esférica, enoturismo e igualdad”, aseguran desde el grupo Matarromera.
Ubicada en San Bernardo-Valbuena de Duero (Valladolid), la bodega Emina Ribera ha incluido la sostenibilidad como parte de su estrategia desde su propia construcción. En 2005, la instalación se constituyó como un Centro Integral de Desarrollo Sostenible, y en el año 2010 se convirtió en la primera empresa española en certificar el cálculo de la huella de carbono de uno de sus vinos, Emina Verdejo, obteniendo la certificación de AENOR.
Otro aspecto destacable es que todos los viñedos de Emina Ribera cuentan con tecnología de monitorizado para ser regados de forma inteligente y recibir tratamientos fertilizantes o fitosanitarios solo cuando la bodega detecta que es necesario, y no de forma periódica. Por otro lado, la instalación auto-genera la mayor parte su energía gracias a sus paneles solares, y todas las etiquetas empleadas en sus vinos provienen de bosques con la certificación FSC. Además, el grupo viene trabajando en reducir el peso de sus envases de vidrio en los últimos años y que sus botellas se compongan de materiales reciclados.
“Bodega Emina se ha incorporado a la International Wineries for Climate Action (IWCA), un grupo de trabajo colaborativo que aborda el cambio climático mediante estrategias innovadoras de reducción de las emisiones de carbono. Nuestro objetivo es reducir la huella de carbono en un 50% en 2030”, afirma la compañía.
‘Emina Emoción’ está elaborado con uvas seleccionadas de la zona de Valdebaniego. Gracias a una triple vendimia, explican desde el grupo Matarromera, se selecciona una uva de calidad superior, sin enmascarar ningún sabor ni olor propio de la variedad. El vino se fermenta y macera en depósitos de acero inoxidable para después reposar durante 16 meses en barricas de roble francés y terminar acunado en su botella durante el tiempo que el equipo técnico de la bodega estima necesario para que los taninos se redondeen.