El reclamo por lo auténtico y lo local ha instado al sector cervecero a girar su vista hacia el segmento de las artesanales, un filón tanto de precio como de volumen que promete seguir ganando cuota en el mercado, tal y como se analiza en el último Informe 2023 del sector de Cerveza en España publicado por Alimarket.
Según datos del informe del Observatorio Sectorial DBK de Informa, la producción de cerveza artesana en nuestro país ha incrementado un 16,7% en 2022, hasta alcanzar los 24,4 Ml y los 72 M€ (+24%), batiendo el récord histórico del segmento.
Sin embargo, esta ola de crecimiento parece no haber arrastrado a las cerveceras de pequeñas producciones: según datos aportados por Cerveceros España, aquellas con volúmenes de producción menores a 5 Ml han cerrado 2022 encajando un descenso del 3% tanto en producción como en número de centros operativos, una sangría sectorial que boceta un retrato del mercado mucho menos optimista. La comparativa con el ejercicio prepandemia es incluso más aciaga: respecto a 2019, se han registrado un 35% menos de cerveceras y una producción un 20% menor.
Estas cifras llegan como remate de una serie de ejercicios en el que las dificultades no cesaban: tras el cierre de la hostelería (la principal vía de comercialización y consumo de las 'craft') y los obstáculos que puntearon la cadena logística, la guerra de Ucrania impactó en la disponibilidad de cereal en el mercado español, que sufrió además los estragos de la sequía en los campos y la acusada inflación en materias primas y packaging, tensionando aún más si cabe la cadena de valor para las artesanales, cuyo margen de maniobra es mucho más limitado.
La delicada coyuntura ha asfixiado a numerosos proyectos cerveceros, ahogados ante la imposibilidad de hacer frente a esta "tormenta perfecta": el último, el de los leoneses Lions Beer, que formalizó su apertura de concurso y posterior liquidación en junio de este mismo año.
Las pequeñas artesanales que han conseguido seguir a flote, en buena medida, recurren a las alianzas para garantizar su supervivencia y consolidar su posicionamiento, de la mano en numerosas ocasiones de las cerveceras industriales, que presumen de mayor holgura financiera y potencial logístico.
Los grandes nombres cerveceros rejuvenecen sus catálogos incorporando marcas con dejes prémium y arraigadas en posicionamientos de proximidad, dos vectores de crecimientos que todos los grupos del mercado destacan como claves ineludibles para el crecimiento a futuro. La misma estrategia han llevado a cabo con el auge de las microcervecerías o brewpubs, establecimientos que sirven como laboratorio de pruebas para las cerveceras industriales, y que han dado interesantes frutos, como la reciente ' Cruzcampo Tremenda ' de Heineken o la serie de ' Fábrica de Cervezas ' de Hijos de Rivera.
Así, en noviembre del pasado año, Mahou San Miguel ratificaba su interés por el segmento ‘craft’ al hacerse con el control íntegro de ‘ Brutus ’, especialista en cerveza artesanal. La operadora líder del sector cervecero ya disponía del 70% de la titularidad de la enseña artesanal desde 2019. Con esta compra, Mahou San Miguel confía en el segmento como eje de generación de valor para el conjunto del sector", subrayaron fuentes de la compañía.
Además de Mahou San Miguel, el grupo Pascual también ha apostado por las pequeñas cerveceras para protagonizar una de sus más recientes operaciones mercantiles. En este caso, la compañía ha hecho explícito su interés a través de su vehículo de inversión en innovación, Pascual Innoventures, con el que ha entrado en el capital de la arandina Pasión del Duero, conocida comercialmente como ‘Cervezas Mica’.
Ambas compañías ya habían colaborado en el pasado, muy especialmente en el desarrollo de ' Sr Mendrugo ' junto a la startup de foodtech Robingood, dando como resultado una cerveza elaborada a partir de la revalorización de excedentes de pan duro. El pasado mes, la cervecera anunciaba además su colaboración junto a El Corte Inglés para una cerveza con las mismas características, elaborada con el excedente de pan de la cadena, bautizada en este caso como ' Mica de Pan '.
Paradójicamente, la entrada de las grandes cerveceras en el nicho 'craft' ha sido un arma de doble filo para el despegue de los beneficios de las artesanales, arrinconadas ante la presión negociadora de las grandes empresas y su capacidad para colocar preferentemente tanto en el canal horeca como en retail sus referencias, dificultando el acceso a los canales de distribución convencionales a los proyectos de menor envergadura.