Atunlo, el "gigante" gallego del atún, se apaga y disminuye poco a poco su estructura. Primero sacrificó O Grove y Santoña para salvar la viabilidad del grupo. Pero no ha sido suficiente. El lunes, la cabecera, Atunes y Lomos, presentaba concurso de acreedores, ante la imposibilidad de ratificar el acuerdo para su plan de reestructuración. Aunque todo parece que la continuidad es una quimera, la rama gallega de la dirección no está dispuesta a "saltar del barco".
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