Las centrales de compras de materiales de construcción aumentaron su volumen de negocio hasta los 7.630 M€ en 2019, una cifra que supone un incremento del 6,6% respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, este crecimiento se ha ralentizado en los últimos años y las prioridades ahora son otras. Básicamente actualizar un modelo de negocio para que pueda competir en igualdad de condiciones con los grandes grupos verticales de la distribución, las cadenas de bricolage o los grandes operadores del e-commerce que siguen ampliando su catálogo de productos para el sector de la construcción, el hogar y la reforma. En este sentido, la incorporación de la tecnología y la digitalización serán fundamentales para la supervivencia del almacén tradicional, porque la crisis del coronavirus ha mostrado sus carencias en el comercio online.