A principios de año, el grupo Pujol dio el salto al exterior con la adquisición de una fábrica de la británica Bison en Reino Unido, a la que trasladará su modelo productivo. Líder del sector de prefabricados en España, el conglomerado, con casi siete décadas a su espalda y una treintena de sociedades relacionadas con la construcción, proyecta preservar su naturaleza familiar, adaptándose a los nuevos compases que marque el mercado. Mientras, Pujol desafía a los difíciles tiempos que atraviesa el sector en nuestro país con su plan quinquenal 2008-2013, que contempla una inversión total de 150 M€.
Construcción Alimarket: ¿Qué razones principales han motivado la compra de la fábrica de Bison?
Jordi Pujol: Bison era una compañía con la que Pujol ya había tenido relaciones desde hace unos 15 años a través de la International Pre-stressed Hollow-core Association (IPHA), en la que la fabricante inglesa había ostentado durante varios años la presidencia y nosotros la vicepresidencia. Bison entró en crisis a mediados de 2008 y, cuando vimos la oportunidad, aprovechamos la ocasión. La empresa contaba con cinco fábricas, de las que dos desaparecieron. De las tres restantes, el grupo de construcción irlandés Laing O’Rourke se hizo con dos y nosotros compramos, a finales de febrero, la planta de Leeds.
C.A.: La operación se ha realizado junto con un socio local a través de una sociedad de nueva creación para la gestión de la planta. ¿Cuál es la participación accionarial de Pujol en la misma?
J.P.: La sociedad se llama Treanor Pujol y la compra se hizo a razón de un 75% por parte de Pujol y un 25% de un socio local, Ian Treanor, que ya estaba relacionado con la empresa. Ian Treanor, cuyo padre fue director general de Bison, es conocido en el mundo del prefabricado de hormigón en el Reino Unido, con una experiencia en el mismo de más de diez años, y se ocupará de la dirección general de la compañía.
C.A.: ¿Las instalaciones de Bison estaban especializadas en un determinado producto?
J.P.: La planta estaba especializada en forjado, esencialmente placa alveolar y vigueta, que se colocaba sobre una estructura metálica, que es el sistema de construcción habitual en Gran Bretaña. Además, Bison se ocupaba de la construcción de estadios de fútbol, de hecho, ha levantado los de la mayoría de los equipos de la Premier League inglesa.
C.A.: ¿Se continuará fabricando únicamente estos elementos o se introducirá algún otro en estas instalaciones?
J.P.: Queremos introducir el sistema productivo de Pujol, que es lo que sabemos hacer bien. Vamos a producir en ella tanto placa alveolar y vigueta de forjado como graderíos para instalaciones deportivas y todo tipo de prefabricados: pilares, jácenas, piezas de cubierta, entre otros, para hacer naves industriales, complejos comerciales, complejos deportivos, etc.
C.A.: ¿Qué inversión se requerirá para ello?
J.P.: La fábrica dejó de operar en octubre pasado y necesitaba una serie de mejoras para comenzar a producir de nuevo. Es una de las plantas de prefabricados más antiguas de Europa, inaugurada en 1919, pero se ha remodelado en varias ocasiones. La última fue a principios de esta década, en 2002-2003, con lo que la fábrica es moderna. Está prácticamente preparada para producir, pero estamos haciendo unas pequeñas inversiones, con trabajos de limpieza y puesta en orden para adaptar los procesos de nuestras fábricas españolas a esta planta. Se prevé que a finales de julio o principios de agosto inicie la producción.
C.A.: ¿Cuáles son las previsiones para este nuevo mercado?
J.P.: No tenemos un objetivo final de facturación ahora mismo, sino que queremos darnos tiempo para aprender cómo funciona realmente un mercado como el inglés, que es totalmente diferente al español, y a través de su conocimiento llegaremos hasta donde se pueda llegar. Lo que sí nos hemos marcado como objetivo es utilizar otros elementos que hasta ahora probablemente no se hayan empleado en el Reino Unido, como las estructuras prefabricadas.
Tenemos que ir poco a poco. El Reino Unido es un país maduro, con seguridad jurídica, etc., pero inmerso en una crisis de la construcción probablemente más profunda que la que estamos viviendo en España. De 23 plantas de prefabricados que había en el país han quedado nueve operativas, muchas de ellas aún están sufriendo los azotes de la crisis y otras están a la venta. Queremos empezar paso a paso, viendo cómo evoluciona el mercado, sin prisa pero sin pausa.
C.A.: ¿Tienen previsto, una vez dado el salto al exterior, continuar su crecimiento fuera de nuestras fronteras con nuevas plantas o adquisiciones? ¿Y en España?
J.P.: No estamos abiertos a nada y tampoco cerrados a nada. Ahora mismo estamos tremendamente ilusionados con este nuevo proyecto y no estamos haciendo estudios de mercado de otros países. Aunque si se presentase una ocasión que consideráramos lo suficientemente atractiva y pudiese encajar bien en la composición del grupo, no la rechazaríamos. Estamos abiertos a cualquier otra oportunidad que pueda salir como la de Bison, ya sea en el mercado extranjero o en el español.
C.A.: Pujol puso en marcha en 2008 un plan inversor de 150 M€ hasta 2013. ¿No se plantean suspenderlo temporalmente hasta que la situación económica mejore?
J.P.: No. Nosotros entendemos que los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades para empresas que, como la nuestra, han sabido hacer las cosas con cabeza. Pujol es una compañía que se autofinancia, sin recurrir al crédito bancario. Por ello, siempre ha crecido en tiempos de crisis, ya que en un momento en el que el sector financiero está cerrando el grifo nosotros no necesitamos tirar de él para cubrir nuestro futuro desarrollo.
Continuamos con las inversiones porque nuestra filosofía es salir de esta crisis mucho más reforzados que cuando entramos en ella. Tenemos la intención de seguir siendo los líderes del mercado español y afianzarnos en esta primera posición a través de adquisiciones o de desarrollos propios que se puedan realizar dentro de la propia empresa. Tenemos un polígono en Les Borges Blanques que inauguramos hace escasos tres años, donde doblamos la capacidad de producción hace dos, tenemos una molienda de cemento para nuestro propio consumo y seguimos haciendo inversiones en él para adecuarnos a las nuevas necesidades del sector.
C.A.: Pujol está presente en todos los negocios relacionados con la construcción. Hace unos años entraron en el segmento de cemento para su propio suministro y la promoción de viviendas prefabricadas. ¿Cuál es el próximo reto en lo que a diversificación se refiere?
J.P.: Los sectores de cemento y viviendas prefabricadas son los últimos en los que hemos entrado. Ahora mismo estamos desarrollando nuevas líneas de producto relacionadas con los pavimentos. Somos los propietarios de Graus Terratzos i Paviments y estamos desarrollando otras gamas de producto en una nueva fábrica que hemos adquirido recientemente, hace unos dos meses. Es una planta ubicada en Les Borges Blanques, propiedad de la cementera Uniland y gestionada hasta el momento por nosotros en régimen de alquiler, en la que fabricamos productos como adoquines, pavimentos de gran formato, etc., que son complementarios a nuestros productos con mayor peso. Para nosotros, todo lo que tenga color, olor o sabor a hormigón, cabe en nuestro catálogo.
C.A.: ¿Cómo afronta Pujol la actual coyuntura de crisis económica y la ralentización de la construcción en nuestro país?
J.P.: Nos hemos dado cuenta de que no existe la crisis, sino que el mercado es el que es y tenemos que vivir con él. Lo que tiene que hacer uno es adaptarse lo suficientemente rápido a los nuevos cambios y buscar otro tipo de materiales que puedan mantener, ya no la facturación ni los puestos de trabajo, sino los beneficios adecuados para una empresa que se autofinancia. Dentro de esta coyuntura hemos visto que nuestra solvencia a la hora de contratar frente a terceros es un punto a favor que agradecen muchas empresas con intención de hacer cosas nuevas.
Aún hay mucha gente con iniciativas. No sólo hablo de la obra pública, que es una obra que se publicita y que se sabe que se va a hacer, sino también de los sectores industrial y ganadero. Esta crisis no afecta a todos los ámbitos por igual, hay muchas personas del tejido productivo en este país suficientemente inteligentes como para no dejarse llevar por el pesimismo y continúan haciendo ampliaciones de sus fábricas, o instalaciones nuevas, granjas en el sector ganadero, naves en el sector logístico... En todos los sectores se ha bajado el ritmo, pero el país no está parado y tenemos que ser hábiles para que trabajen con nosotros y no con nuestros competidores.
C.A.: Dado el carácter familiar del grupo y su capacidad de autofinanciación, ¿descartan la entrada en su accionariado de alguna compañía de capital riesgo u otra empresa del sector?
J.P.: Absolutamente. Pujol fue fundada hace 67 años por mi abuelo como empresa familiar y tiene toda la intención de seguir, como mínimo, 67 años más de empresa familiar. No creemos en participaciones dentro de nuestra empresa, siempre hemos querido mandar dentro de casa y descartamos totalmente la entrada de nadie ajeno a la familia en el accionariado de Prefabricados Pujol.
C.A.: Para terminar, ¿cómo ve el futuro del sector?
J.P.: Creemos que va a haber un ajuste porque las necesidades han cambiado. Hay demasiadas fábricas de prefabricados en España y no hay demanda para todas ellas. Quedarán las empresas que hayan hecho bien los deberes, grandes o pequeñas, las que no se hayan dejado llevar por la vorágine de la última década. Muchas van a caer, ya hemos visto algunos ejemplos, y caerán muchas más porque esta crisis es totalmente imprevisible. Nadie sabe cuándo vamos a salir de ella y no vamos a volver a ver lo que ha sucedido en los últimos años. No era normal lo que pasaba entonces y no es normal lo que está pasando ahora, pero se tiene que ser lo suficientemente camaleónico para poderse adaptar a los nuevos tiempos. Hay que adecuarse a lo que demanda el mercado y, a poder ser, ir un poco por delante para anticiparse a sus necesidades futuras.
eva.casado@alimarket.es