El sector de elevación español sigue ganado terreno en el ámbito de los servicios, que cada vez supone una parte mayor de la tarta para las empresas. No obstante, la competencia en el área de mantenimiento sigue creciendo con la consiguiente reducción de márgenes y la pelea encarnizada por hacerse con nuevos contratos. Esta tendencia va en detrimento del negocio de fabricación e instalación de nuevos aparatos (ascensores, escaleras, pasarelas...), lastradas por la paralización de la edificación.
Sin embargo, la creciente exportación de equipos mantiene el buen estado de salud de las fábricas de ascensores españolas. De hecho, las grandes multinacionales del sector, básicamente Otis, Thyssenkrupp y Schindler, siguen apostando por sus filiales españolas para la fabricación de nuevos modelos, y para el desarrollo e investigación en el ámbito de la edificación. En este sentido, destacan los proyectos de Thyssenkrupp en Asturias y Bizkaia y el atractivo de las fábricas de Zardoya Otis en Madrid y de Schindler en Zaragoza.
Por su parte, las empresas locales refuerzan su estrategia de expansión internacional . siguiendo la estela del mayor grupo nacional, Orona , convertido ya en uno de los actores destacados a nivel europeo. En esta línea, Fain Ascensores ha dado el sato internacional, con una primera parada en Francia, y GE XXI ha apostado por China. El momento de cambio en el sector se refleja también en las cúpulas de las principales empresas, que en los últimos meses han vivido un profundo relevo en sus direcciones .
El reportaje completo sobre el sector de elevación está disponible en este enlace .