Abengoa finalmente ha solicitado la declaración en concurso de acreedores en los juzgados de Sevilla, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El grupo llega a esta situación después de meses de negociaciones infructuosas en el marco de la fórmula preconcursal para lograr cerrar el acuerdo de reestructuración que alcanzó el pasado agosto. De hecho, la compañía se ha visto obligada a cancelar este acuerdo de refinanciación ante la negativa de la Junta de Andalucía a aportar 20 M€. El último fleco restante que debía sumarse a la obtención de préstamo a cinco años por importe de hasta 230 M€ para el que se solicitó la garantía del ICO, una nueva línea de avales 'revolving' a cinco años por importe de hasta 126,4 M€, ampliable hasta 300 M€ con la cobertura de Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).

La multinacional sevillana buscará ahora alternativas para sacar adelante su tercer rescate financiero bajo el paraguas del concurso, uno de los mayores vividos en la historia española, junto al protagonizado por Martinsa-Fadesa, que se derrumbó con un pasivo de 7.500 M€. La situación se presenta muy complicada, dada la abultada deuda que soporta. En este sentido y según sus últimos datos auditados, correspondientes a 2019, Abengoa acumulaba un pasivo de 8.092,78 M€, del que 5.936,49 M€ correspondían a pasivo corriente. De este último importe, se repartía entre necesidades de financiación corporativa por valor de 4.042,84 M€ y proveedores a los que adeudaba 1.205,81 M€, además de soportar otros 222,30 M€ destinados al pago de impuestos. En el mismo ejercicio, Abengoa contaba con un patrimonio neto negativo de 4.760,05 M€. Por su parte, la matriz, hasta ahora cabecera del grupo, sumaba un pasivo de 618,93 M, mientras disponía de fondos propios negativos de 388,24 M€. Igualmente en 2019, el grupo daba empleo a una plantilla de 14.399 trabajadores, de los que más de 2.500 se encuentran en España.

En estas circunstancias y temiendo la más que posible liquidación de Abengoa, "el consejo de administración, siendo consciente de la compleja situación y de las cada vez mayores dificultades para alcanzar una solución que satisfaga a todos los grupos de interés con posiciones, hasta ahora, enfrentadas, sigue comprometido en buscar alternativas para evitar la inviabilidad de las sociedades filiales que desarrollan la actividad del grupo y, con ello, preservar el empleo y tratar de minimizar la pérdida de valor, objetivo para el cual se solicita a todos aquellos que tienen intereses en la Sociedad y su grupo la máxima colaboración para tratar de evitar perjuicios definitivos". Entres estas filiales, la de mayor valor es Abenewco 1, la compañía de la que penden los principales activos y negocios del grupo, aunque su control se encuentra en manos de bancos y fondos. Habrá que esperar a la decisión que tome el juzgado de Sevilla y al nombramiento del administrador concursal que podría desconvocar la celebración de la junta extraordinaria de accionistas fechada para el 4 de marzo, solicitada por el grupo de accionistas críticos encabezado por Clemente Fernández, ex presidente de Amper.