La distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación está empezando a dar muestras del alto grado de digitalización que asume el sector, especialmente en lo tocante a los proyectos de alto impacto. Son proyectos de importante valor añadido que derivan en procesos más eficientes para los profesionales y los clientes. Son herramientas necesarias en un sector en el que la innovación y el dinamismo no precisamente brillan con la fuerza que deberían.

Porque deberían brillar más. Con la llegada de la pandemia el mundo entero cambió, y la distribución de materiales no es excepción. La urgente necesidad de adaptar todas las actividades a las nuevas tecnologías, incluso aquellas relacionadas con la rehabilitación o la reforma, que hasta ese momento no habían aprovechado demasiado las facilidades que aporta la digitalización, es un imperativo.

Y es que en el sector hemos ido comprobando cómo en los últimos años, de manera progresiva, las grandes superficies de venta de materiales o los gigantes tecnológicos como Amazon han ido adquiriendo cada vez más ventaja respecto a los pequeños y medianos almacenes. Estos conglomerados no sólo han acaparado las ventas, sino que también han entrado directamente a participar en la ejecución de obras y reformas. Porque cuentan en su haber con una de las principales bazas: la gran cantidad de datos de los que disponen les permite medir la trazabilidad de sus productos y afinar su oferta en función de la demanda.

El contexto es el siguiente: falta de mano de obra, hay escasez de vivienda de obra nueva aunque el Gobierno junto a los principales actores del sector parecen estar poniéndose manos a la obra; los tipos de interés no terminan de bajar, y falta cultura de la rehabilitación en España impulsada por las autoridades. La guinda es la desventaja competitiva.

Obstáculos que pueden superarse

Hay espacio, sin embargo, para el optimismo. Todos los anteriores son obstáculos que pueden superarse en el corto y medio plazo. Y hecho esto, hay que aportar desde el sector los ingredientes para que entre todos demos un paso al frente y desarrollemos proyectos de alto valor. Creo que no tardaremos en ver qué agentes han hecho los deberes y generan ventaja competitiva frente a aquellos que han seguido trabajando con procedimientos obsoletos.

Así pues, ¿qué tecnologías están haciendo posible esa digitalización? En lo que a gestión de arquitecturas e ingenierías, la tecnología BIM está aportando mejoras evidentes en los procesos constructivos. Asimismo, se están implantando nuevos sistemas de gestión de obras con metodologías que buscan mejorar procesos.

En lo referente a la distribución de materiales, no hay únicamente una tecnología en concreto sino que más bien debemos apostar por un cambio de mentalidad en la manera de abordar la digitalización sectorial. Es decir, ésta debe ir orientada a la mejora de nuestros procesos en todas las áreas de las empresas que permitan optimizar nuestros recursos y mejoren nuestra competitividad.

También es interesante ver cómo la digitalización del sector se encuentra condicionada por la formación y cualificación de los trabajadores. Es fundamental entender que la digitalización bien aplicada tanto en el sector de la construcción como en cualquier sector va dirigida a reducir procesos manuales para automatizarlos y aportar valor en términos de recursos humanos en tareas que únicamente va a poder desarrollar una persona. En otras palabras, la digitalización prestigia la labor de los equipos y trabaja eficazmente en la automatización de tareas que no sean aportadoras de valor.

La mejor forma de ilustrar qué es un proyecto de digitalización de impacto y con una clara propuesta hacia el colectivo de clientes de un almacén de construcción es una plataforma donde cualquier agente profesional del sector pueda interactuar de una forma ágil y eficaz para realizar diferentes gestiones con un objetivo claro: hacer más eficiente todos los procesos y ofrecer a cliente una información inmediata.

Sobra resaltar que entristece comprobar que esta tarea haya quedado tan difuminada en un sector clave para la transformación socio-económica de España: los datos están ahí y arrojan que el 83% de las viviendas no cumplirán con los requisitos mínimos en materia de eficiencia energética en tan solo 10 años. Para cumplir el objetivo de la descarbonización del parque ya edificado la digitalización es una herramienta clave.

Finalmente, la implementación de procesos tecnológicos debe servir para mejorar la imagen del sector, especialmente a la hora de captar talento. Los perfiles que vamos a incorporar en los próximos años deberán tener unas habilidades digitales que antes no se ponderaban tanto como ahora.

La gestión y ejecución de los fondos NextGenerationEU, que no están canalizándose como debieran en materia de rehabilitación, no terminan de llegar a las empresas (es decir, a la economía real). No obstante, representan una oportunidad de oro para el desembarco de las soluciones digitales en las empresas, sobre todo pequeñas y medianas, también -por supuesto- del sector de los materiales de construcción, que sin duda está entrando con velocidad de crucero en la era del clic.

Víctor Manau, presidente de Andimac