El sector de la construcción en España sigue alzándose como un pilar fundamental del conjunto de la economía, por su capacidad de generar empleo y contribuir al desarrollo de infraestructuras clave. No obstante, este sector se enfrenta constantemente a numerosos desafíos significativos, entre ellos la escasez de mano de obra cualificada y los preocupantes niveles de accidentalidad. Una dicotomía que marca su rumbo y crecimiento de cara a próximos años.
Por un lado, y a pesar de ser un motor de crecimiento económico, la construcción es también uno de los sectores con mayores riesgos laborales en España, algo a destacar en el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo de este año. El año pasado, se registraron 120 muertes relacionadas con accidentes en el lugar de trabajo, según indicaba el Ministerio de Trabajo, lo que subraya la importancia de adoptar medidas proactivas para garantizar la seguridad de los trabajadores y mitigar los riesgos inherentes a esta actividad.
En este contexto, los seguros juegan un papel crucial para las empresas del sector de la construcción. No solo proporcionan una red de seguridad financiera en caso de accidentes laborales o daños materiales, sino que también ayudan a proteger los activos y la reputación de las compañías frente a posibles reclamaciones legales.
Algunos de los más demandados son los que cubren a todo riesgo la construcción y/o el montaje, la responsabilidad civil tanto del promotor como del constructor, y la de los técnicos de la empresa. Además, están las pólizas de accidente convenido o accidentes y vida, estas últimas son más amplias para mejorar las coberturas mínimas a las que obligan las primeras y que pueden tener límites o garantías insuficientes. Entre los seguros obligatorios en una construcción, se encuentran el seguro de Daños a la Edificación, también conocidos como “Decenales”, y el seguro de accidentes de convenio.
Optar por un seguro de construcción no sólo es esencial para cumplir con los requisitos legales, sino también la estrategia más adecuada para evitar posibles sanciones y captar clientes de alto perfil, además de la seguridad financiera y en vidas humanas que aportan. El resurgimiento del sector de la construcción en España dentro de la Unión Europea (UE) sugiere la importancia de estar preparados para aprovechar las oportunidades que se presenten.
En la otra cara de la moneda, se encuentra el hecho de que la falta de mano de obra cualificada agrava aún más los desafíos que enfrentan las empresas constructoras. La demanda de profesionales capacitados supera con creces la oferta disponible, lo que puede conducir a una mayor presión sobre los trabajadores existentes y a un aumento de la probabilidad de accidentes debido a la fatiga y la falta de experiencia.
En este sentido, las compañías del sector de la construcción deben priorizar la seguridad en el lugar de trabajo, adoptando políticas que fomenten una cultura basada en la prevención de riesgos. Asimismo, se pone de relevancia la necesidad fundamental de contar con un seguro adecuado que cubra tanto a los trabajadores como a la empresa en caso de incidentes inesperados.
A pesar de dos desafíos que vertebran toda su actividad y desarrollo, el sector de la construcción también ofrece muchas oportunidades de crecimiento. La inversión en tecnologías innovadoras, como la construcción modular o la robótica, están marcando una nueva era al mejorar la eficiencia y reducir los riesgos asociados con determinadas tareas.
En conclusión, este sector tan relevante para la economía española debe buscar nuevas opciones para reducir riesgos, mientras cuenta con el apoyo del sector asegurador para crecer de manera sólida y positiva.
Gustavo Montalvo es director del área de construcción en Jhasa, bróker de seguros especializado en construcción