La fusión el pasado julio de multinacionales Lafarge y Holcim supone la creación en España de un nuevo líder, cuya naturaleza definitiva o provisional está todavía por ver. El nuevo grupo LafargeHolcim registró unos ingresos pro-forma de 270 M€ en 2014 dentro de nuestro país, pero en esos ingresos se recoge también en negocio que aportaron las fábricas de Gador (Almería) y Yeles (Toledo) y éstas pasaron a finales de ese año a la órbita del grupo Cemex España. Aunque la capacidad de producción no equivale a ventas nunca y ahora en que la industria cementera sufre una elevadísima infrautilización, una estimación de los ingresos de esas dos fábricas, que podría rondar los 50 M€ anuales, reduciría esos 270 M€ anuales a unos 220 M€.
Curiosamente, esos ingresos son los mismos obtenidos por Valderrivas y, además, son también en los que se situaría la propia Cemex, con lo que los tres grupos tendría -siempre en teoría- un volumen de ingresos similares. Dentro del mercado interno, ese eventual empate técnico todavía sería más posible, puesto que en los mercados exteriores los antes cuatro grupos (Lafarge, Holcim, Valderrivas y Cemex) tenían unos ingresos muy parejos. Habrá qué ver cómo se desenvuelven en todos los mercados durante los próximos meses los tres nuevos operadores para determinar quién lidera el sector cementero en España.
Aparte de esta encrucijada, en los últimos meses la actualidad del sector ha estado marcada por la expansión inversora del grupo Molins en Bolivia y Colombia, siempre en alianza con empresas locales, y del grupo La Unión en Brasil, mediante su filial Arabia Cement Company. Por último, la recuperación económica está llegando por fin a la castigada industria cementera y, aunque con alternancia de tirones y parones, los mercados comienzan a dar alegrías.