La constructora toledana Construcciones Sarrión (Sarrionsa), quinta constructora manchega por facturación según recoge el último anuario de Alimarket Construcción, cuenta con un nuevo dueño. La familia Sarrión ha completado este mes de enero la compra de la participación mayoritaria del 58% que mantenía el Banco Espirito Santo, a través de su participada Opway, como avanza El Economista y ha podido confirmar Alimarket. Hay que recordar que a finales de 2006, el banco portugués, a través de su participada Opca, pagó a José Moreno Carretero 105 M€ por hacerse con el 65% del capital de Sarrionsa. Sin duda una cifra muy superior a la que seguramente habrá que tenido que desembolsar ahora la familia Sarrión, tras el acuerdo alcanzado el pasado mes de octubre.
Esta familia controlaba hasta la fecha el 26% de Sarrión, con Abraham Sarrión Martínez como consejero delegado de la constructora a la cabeza. La participación de la familia Sarrión, de nuevo con Antonio Sarrión López como presidente, se eleva ahora al 85%. José Antonio Filiu, director general, y Juan Miguel Cabezudo, responsable financiero, mantienen el 15% restante tras la reducción de capital realizada en octubre y que deja el capital de Sarrionsa en 21,75 M€.
Construcciones Sarrión, con sede en Toledo, dispone de delegaciones en Madrid, Cuenca y Sevilla. Su cartera de obra supera los 70 M€, participando en contratos valorados en más de 700 M€ entre los que figuran varias concesiones para la conservación y explotación de carreteras. Sus ingresos superan los 30 M€ y su plantilla asciende a unos 70 empleados.
La venta de Sarrionsa se enmarca dentro de la política de desinversiones iniciadas en 2014 por el banco luso, fecha en la que entró en quiebra y, dos años después, en 2016, inició liquidación. El banco se dividió en dos, separando los activos tóxicos por un lado, y los clientes, depósitos y créditos de calidad por otro, aglutinados estos últimos en torno a una nueva entidad denominada Novo Banco.