El Real Casino de Madrid fue el lugar elegido para celebrar el 40 aniversario de la marca Deceuninck en la Península Ibérica. Junto a clientes y amigos, el equipo profesional que forma la compañía en España, disfrutó de una noche de fiesta, encuentros y reconocimientos. Y es que, durante estas cuatro décadas, la compañía belga ha sido testigo de una evolución constante en el sector de la construcción y el diseño y ha intervenido de forma activa en esa transformación con soluciones innovadoras en ventanas y puertas de altas prestaciones.
Desde el inicio, Deceuninck ha trabajado mano a mano con arquitectos, constructores, instaladores o promotores para ofrecer al mercado productos sostenibles, de alta calidad y eficientes. Y es un compromiso instaurado en el ADN de la compañía promover la economía circular en la construcción a través de su Observatorio Deceuninck para la Economía Circular. Esto le ha permitido convertirse en marca líder del sector de las ventanas y puertas en el mercado ibérico, donde ahora, cumple 40 años de trayectoria.
La noche comenzaba a las 8 de la tarde en el patio central del Real Casino, en pleno corazón de la capital. Bajo aquella majestuosa escalinata se daban los primeros reencuentros y las presentaciones. El cóctel no se hizo de esperar y, de la mano del reconocido chef Paco Roncero, causó sensación entre los invitados. El disfrute gastronómico continuó con el menú que, ya sentados en el Salón Real, los casi doscientos asistentes siguieron degustando. A la hora del postre, tuvo lugar una charla muy interesante en torno al futuro de la arquitectura, entre Julio Touza, César Frías y Diego Escario. Todos moderados por Antonio Domínguez, responsable de proyectos y prescripción de Deceuninck.
Al finalizar la mesa redonda entre arquitectos, Giorgio Grillo, General Manager de Deceuninck, apareció en el escenario para compartir unas palabras con los clientes y amigos de la compañía. “Solo basando nuestro trabajo en la confianza, en las relaciones duraderas y en la aportación de valor, hemos conseguido superar con éxito tantos momentos” reflexionó ante los asistentes. Agradeció a los invitados compartir esta noche conmemorativa, especialmente al CEO en Europa del Grupo Deceuninck Dries Moors, que estaba presente en el evento, y a algunos directivos europeos que también viajaron a Madrid a compartir este aniversario. Finalizó brindando por “otros 40 años más creciendo juntos y rodeados de magníficos profesionales”.
Y así, llegó la guinda final de la velada: la entrega de premios a las mejores obras de referencia Deceuninck, que, durante toda la noche, los invitados habían podido votar entre todas las presentadas. El primer premio fue para la obra de Ventanas MAED que podrá disfrutar junto a otra persona, de una experiencia gastronómica con Estrella Michelín a elegir entre seis capitales de España y Portugal, con todos los gastos pagados.
El agradecimiento de la compañía belga al mercado español también se hizo patente en los dos trofeos que entregaron al cliente más antiguo, “Ventana 10” y al más actual "Ventanas Aluvalle". Ambos se sorprendieron gratamente por el reconocimiento recibido y lo agradecieron con unas breves palabras.
Terminó la celebración del 40 aniversario pasadas las 12 de la noche, con un pequeño homenaje de despedida al jefe de ventas de Deceuninck, Lorenzo Cabrera a quién, tras treinta años de experiencia en el sector, le ha llegado su jubilación. Entre aplausos y felicitaciones, se dio por finalizada la velada.
En un mundo en constante evolución, Deceuninck mantendrá su compromiso por reforzar su apuesta por la sostenibilidad, invirtiendo en innovación y en producción eficiente. Seguir llevando sus soluciones de ventanas y cerramientos a nuevas geografías de toda la península ibérica, donde el diseño, el confort y la eficiencia sean una prioridad, es el principal reto para la compañía en los próximos años. También lo será reducir el impacto ambiental, reciclando el 100% de los perfiles de PVC y promoviendo el uso de materiales sostenibles.
Para la compañía belga este aniversario no solo es una celebración de su trayectoria en el mercado ibérico, sino también una oportunidad para mirar hacia adelante y abrazar un futuro lleno de retos con la misma fórmula de éxito que ya conocen: resiliencia, innovación, esfuerzo y colaboración.
Este 40 aniversario marca el inicio de una nueva etapa en la que Deceuninck seguirá transformando espacios, aportando soluciones de vanguardia y adaptándose a un entorno en constante cambio.