Formica, fabricante de laminados de alta presión (HPL) y revestimientos decorativos, echará el cierre a la única fábrica que localiza en España. La factoría, ubicada en Albal (Valencia), resultó dañada por la DANA del pasado 29 de octubre y tras evaluar el impacto sufrido, la firma considera inviable su reapertura. En consecuencia, la compañía ha anunciado también un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 154 trabajadores de la planta.
Con esta medida, Formica, que ya cerró otra fábrica en Galdakao (Bizkaia) en 2013, reducirá su actividad únicamente a la distribución de sus productos, a través de los centros logísticos que reparte entre Getafe (Madrid), Molins de Rei (Barcelona ) y Zamudio (Bizkaia). A todos ellos, prevé sumar un cuarto, que se ubicará en Picassent (Valencia), donde ha ofrecido recolocar a parte de la plantilla afectada por el ERE, unos 18 trabajadores. Igualmente ha propuesto reubicaciones en en sus otras fábricas europeas en Finlandia, Reino Unido, Francia o Italia.
Por su parte, el comité de empresa ha mostrado su desacuerdo y consideran que la dirección de la firma está aprovechando las consecuencias de la DANA para llevar a cabo una relocalización. En este sentido, tras la movilización que tuvo lugar el 31 de marzo, frente al Hotel Primus en València, donde se están desarrollando las negociaciones con la empresa, la plantilla ha solicitado reuniones con la administración autonómica para buscar apoyo institucional y amenaza con judicializar el proceso, en caso de no llegar a un acuerdo.
Formica se encuentra integrada desde 2019 en el grupo Broadview Holding, de los Países Bajos, que cuenta además en el sector de tecnología de materiales con las compañías Trespa (Países Bajos), Arpa Industriale (en Italia) y las alemanas Wetsag y Homapal, dedicadas a la misma actividad que Formica. Broadview Holding factura anualmente unos 1.200 M€ por este negocio.