Productos ‘verdes’
Por su parte, Miele dispone de la lavadora ‘Allwater’ capaz de ahorrar un 46% de electricidad gracias a su doble conexión: una toma convencional para el agua fría y otra para la caliente que será suministrada por fuentes de energía alternativa (paneles solares, bombas de calor). Según el programa de lavado, el tiempo de calentamiento del agua puede reducirse en hasta un 30%, reduciendo el consumo eléctrico en cada colada y la acumulación de cal, con lo que también se limitará el empleo de productos de mantenimiento químico. BSH ha incorporado nuevas prestaciones y tecnologías a sus gama de lavavajillas, como la función SpeedMatic, que optimiza el tiempo y reduce el consumo de energía. Estos equipos incluyen zeolitas -familia de minerales que forma parte del grupo de materiales denominados de ‘química verde’- que gracias a su superficie porosa tienen la capacidad de absorber y almacenar humedad, y de desprender calor. En la fase de secado, el aire vaporoso del interior de los lavavajillas se conduce al depósito de zeolitas que retiene la humedad para después expulsar un aire seco y caliente. Y es que las empresas alemanas son pioneras en la defensa y protección del medioambiente cuando en los años ochenta cubrieron con su ‘etiqueta verde’ los productos destinados al consumo. Esa tradicional etiqueta, que se identifica con un ángel azul, otorga garantías en cuanto a su fabricación y el destino de su vida útil, y convivirá actualmente con el anagrama ‘verde’ comunitario, la Flor europea. Sharp cuenta con su nueva gama de frigoríficos con tecnología de control Inverter, cuyo Compresor puede trabajar a 20 rpm diferentes, y la VIP (Vacuum Insulation Panel) que mejora el aislamiento térmico de las paredes y consigue una mayor eficiencia energética y minimizar el ruido. También Indesit ha orientado su política de innovación empresarial hacia la ‘eco-compatibilidad’ introduciendo materiales reciclados en su línea de producción de electrodomésticos. Un ejemplo de este proceso es la utilización de componentes plásticos reciclados, procedentes de antiguos aparatos, para la fabricación de lavadoras. Este compromiso con la protección del entorno también afecta a la industria auxiliar electro. El consorcio Schott ha presentado la encimera vitrocerámica ‘Ceran Suprema’ compuesta, fundamentalmente, de arena de cuarzo y sin presencia de materiales pesados. Gracias a una técnica de fundición de alta tecnología, Schott ahorra más de 180 toneladas de arsénico y antinomio, consiguiendo optimizar los procesos de producción y disminuir tanto la contaminación con nitrógeno como el consumo de energía y de agua.
La gama de climatización la lidera Mitsubishi Electric con su bandera de aire ‘ECOndicionado’, unos equipos que requieren menos energía para funcionar y que utilizan refrigerantes libres de cloro para “cuidar y mantener en condiciones óptimas la capa de ozono”. Estos climatizadores cuentan también con el sistema automático de regulación de temperatura ‘Airzone’, que cierra la rejilla del equipo cuando en la habitación se alcanza el valor elegido. Además permite obtener diferentes temperaturas en varias salas y, gracias al ajuste automático del ventilador, disminuye el sonido del aire acondicionado. LG aporta los climatizadores ‘LG Art Gallery’ con un diseño moderno y tecnología Inverter, cuyo sistema controla la temperatura de forma precisa debido al uso del compresor de velocidad variable. De este modo cuando se logra la temperatura deseada, el compresor se ralentiza para mantenerla constante, evitando choques térmicos y reduciendo el consumo energético hasta un 44%. Daikin fue pionera en el sector con la introducción de un sensor inteligente para sus unidades Inverter, el cual percibe la presencia de personas en una habitación. Así si una sala se queda vacía, el aparato activa de forma automática la función de ahorro de energía, manteniendo siempre una temperatura óptima.