España contará con una "fábrica puntera" de microchips en el plazo de cinco años, o incluso antes, según señaló el comisionado para el Plan Estratégico de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) para chip, microelectrónica y semiconductores, Jaime Martorell, que se mostró "convencido" de ello tras las conversaciones mantenidas con "varias empresas" sobre este asunto. El PERTE Chip tiene como objetivo reforzar las capacidades de diseño y producción de la industria de la microelectrónica y los semiconductores en España desde una perspectiva integral y favorecer la autonomía estratégica nacional y de la UE en este sector, en línea con lo previsto en la Ley Europea de Chips recientemente propuesta por la Comisión Europea, según el plan acordado en el Consejo de Ministros en el pasado 24 de mayo de 2022. Este es un objetivo importante no solo para España, sino para Europa, y "creo que lo conseguiremos", añadió Martorell.
"Habrá mercado para todos" (en Europa), ha dicho Martorell, que ha sido elegido por el Gobierno para coordinar este Perte, el de mayor importe económico de los 11 previstos, con una inversión pública de más de 12.000 M€, de los que más de 9.000 M se quieren destinar a la fabricación de chips. España tiene ciertas ventajas logísticas y estratégicas para atraer a los fabricantes más importantes de chips del mundo y el objetivo del Perte es que se instalen "una o dos" fábricas en el país. En el mundo, solo hay dos fábricas que producen chips de 5 nanómetros. "Es muy difícil" que en España se instalen fábricas productoras de microchips de este tamaño, "pero se puede hacer", sostuvo Martorell.
Europa fabrica actualmente entre el 8% y el 9% de los chips del mundo, y se plantea como objetivo incrementar este porcentaje al 20% en 2030, lo que supone multiplicar por cuatro la producción, teniendo en cuenta que el mercado también va creciendo, ha explicado. Aunque ya se han anunciado fábricas de este tipo en Europa, no se llega a este objetivo del 20%. "Tenemos que ser más ambiciosos e ir más rápido", ya que se trata de un proyecto "clave" para Europa. Está previsto que este Perte movilice una inversión pública de 12.250 M€ hasta 2027, financiados con fondos europeos en el marco del Plan de Recuperación, lo que conllevará, a su vez, una importante volumen de inversión privada.