Ya está publicada en el Diario Oficial de la UE (DOUE) la nueva Directiva de Eficiencia Energética (UE) 2023/1791, adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo el 13 de septiembre de 2023. Esta Directiva representa un hito importante en el ámbito de la eficiencia energética e introduce cambios significativos en el marco regulatorio, especialmente en el Reglamento (UE) 2023/955 en su versión refundida.
La nueva Directiva sobre eficiencia energética (UE) 2023/1791, refundida, adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo a principios de este año, se publicó ayer día 20 de septiembre en el Diario Oficial de la UE (DOUE) y entrará en vigor en 20 días. Como marca la ley tras transcurrido ese periodo los Estados miembros de la UE dispondrán de dos años para transponer al Derecho nacional la mayoría de los diferentes elementos de la Directiva.
Su publicación marca el último paso en el proceso legislativo que comenzó con la propuesta de la Comisión en julio de 2021, como parte del paquete "Objetivo 55", que se complementó con una propuesta adicional como parte del plan REPowerEU en mayo de 2022. La nueva Directiva introduce una serie de medidas para ayudar a acelerar la eficiencia energética, incluida la adopción del principio de «primero la eficiencia energética» en las políticas energética y no energética.
Los cambios con respecto a las Directivas anteriores 2018/2002 y 2012/27/UE incluyen los siguientes:
Para empezar establece un objetivo jurídicamente vinculante de la UE para reducir el consumo final de energía de la UE en un 11,7% de aquí a 2030 (en relación con el escenario de referencia de 2020). Esto incluye para cada Estado miembro la obligación de fijar su contribución nacional indicativa sobre la base de criterios objetivos que reflejen las circunstancias nacionales. Si las contribuciones nacionales no se suman al objetivo de la UE, la Comisión aplica un mecanismo de déficit de ambición.
Se incluye un objetivo de aumentar el ahorro anual de energía del 0,8 % actual al 1,3 % (2024-2025) con un incremento progresivo luego al 1,5 % (2026-2027) y al 1,9 % a partir de 2028. En otras palabras, esto viene a ser un promedio del 1,49 % de los nuevos ahorros anuales para el período de 2024-2030.
La nueva Directiva también busca obligar a los Estados miembros a dar prioridad a los clientes vulnerables y a las viviendas sociales en el ámbito de sus medidas de ahorro energético; introducir un objetivo anual de reducción del consumo de energía del 1,9 % para el sector público en su conjunto; ampliar la obligación anual de renovación de edificios del 3% a todos los niveles de la administración pública; introducir un enfoque diferente, basado en el consumo de energía, para que las empresas dispongan de un sistema de gestión energética o para llevar a cabo auditorías energéticas; incorporar una nueva obligación de supervisar la eficiencia energética de los centros de datos, con una base de datos a escala de la UE que los recopile y publique; promover planes locales de calefacción y refrigeración en municipios más grandes; y aumentar progresivamente el consumo eficiente de energía en el suministro de calor o frío, también en la calefacción urbana.