El pasado 18 de octubre, una delegación de BSH ELECTRODOMESTICOS ESPAÑA, S.A. anunciaba a representantes de los trabajadores de la factoría navarra de Etxarri-Aranatz la decisión "firme y definitiva" de clausurar la planta. Las razones esgrimidas, una vez más, volvieron a ser las mismas que meses antes se escucharon en otras factorías afectadas por cierres y deslocalizaciones; es decir, la pérdida de competitividad frente a la presión ejercida por países con costes mucho más bajos (sobre todo de China). En esta ocasión, el centro afectado, uno de los dos activos adquiridos seis años atrás por BSH en la operación sobre UFESA, está especializado en radiadores de aceite, freidoras y cafeteras (goteo). No obstante, la clausura de la factoría no implicaría nece-sariamente despidos. De hecho, entre las muchas alternativas propuestas desde la dirección de cara a los 159 trabajadores del centro (más de un 40% mujeres) figura la recolocación en las otras fábricas navarras del grupo (Estella y Esquíroz). Evitando en todo momento la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo, BSH tampoco ha descartado, dentro de las propuestas que ha hecho llegar al comité de empresa, la posibilidad de bajas incentivadas o la creación de una bolsa de trabajo donde concurran otras compañías de la zona. En cualquier caso, al cierre de la presente edición, dichas alternativas estarían siendo analiza-das por la plantilla de Etxarri Aranatz.
El cierre de la planta -hasta que no se alcance un acuerdo entre ambas partes (dirección y plantilla) no se fijará una fecha- se produce después de varios intentos por parte de BSH de redimensionar su actividad. Con antelación a este proceso que ahora se inicia, la compañía ya había realizado un ajuste de plantilla (de 200 operarios/as a 159), al tiempo que materializó intensas inyecciones financieras (en los últimos cuatro años el centro absorbió inver-siones valoradas en 6,4 M.EUR). Lo cierto es que la fábrica navarra no conseguía rentabilizar su producción. Pero continuando con la herencia de la antigua UFESA, la otra cara de la moneda le corresponde a la planta de Vitoria. Especializada en la producción de planchas para todo el grupo (suministra a las marcas "Bosch", "Siemens" y "Ufesa"), su peso en la división Consumer Products (PAE de BSH) es tal que, desde 2001, es el centro de competencia de planchado. Tanto es así que, en los últimos tres años, las instalaciones de Vitoria han sido responsables de numerosas innovaciones en este campo (suelas esmaltadas, nuevas bombas de atomización para generar vapor, etc.).
En lo que respecta a las factorías de Estella (350 empleados) y Esquíroz (800), su especialización en desarrollo de equipos de vanguardia también es seña de identidad. Así, en el primer caso el lanzamiento más novedoso tiene que ver con el "dressman" (robot de planchado que se presentó en nuestro mercado en el verano y se fabrica en Estella a nivel mundial), mientras que la factoría de Esquíroz -centro de competencia de frío- ha liderado la investigación en torno al "Unicombi". Haciendo un poco de historia, el interés por adquirir el grupo UFESA por parte de BSH (en aquel entonces BYSE), cristalizó en la firma de un acuerdo definitivo en septiembre-98, aunque las conversaciones se habían fraguado desde enero de ese año. En aquel entonces, los 42 socios que componían el accionariado de UFESA (UNION DE FABRICANTES DE ELECTRODOMESTICOS, S.A., KRAINEL, S.A. y COMERCIAL UFESA, S.A.) decidían cobijarse bajo un árbol como BSH ante la tormenta de dura competencia que se avecinaba. (EleAlimarket 22)
BSH CIERRA LA PLANTA ETXARRI-ARANATZ ANTE LA PERDIDA DE COMPETITIVIDAD
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Electrodomésticos
- 01/11/2004