Después de ocho meses de "intenso trabajo", según refiere la empresa, en la puesta en marcha de la nueva línea y desarrollo de las correspondientes pruebas de calidad, BSH Electrodomésticos ha iniciado el 2 de febrero la producción de lavavajillas compactos en su factoría de Esquíroz (Navarra).
Como se recordará, hasta el pasado 28 de noviembre de 2014, esta producción se realizaba en las instalaciones de BSH en Estella, clausuradas en esa fecha como consecuencia del plan de integración de producciones llevado a cabo entre ambas factorías. Según la empresa, el objetivo de la integración "es aprovechar las sinergias y mejorar la competitividad de ambas plantas navarras". Al mismo tiempo, el centro de competencia a nivel global de secado por bomba de calor se ha instalado en esta ubicación.
BSH Electrodomésticos España ha trasladado a los aproximadamente 100 empleados de Estella a las instalaciones de Esquíroz y en las últimas semanas se han organizado sesiones de acogida para la adecuada adaptación a su nuevo entorno laboral.
La fábrica de Esquíroz, que actualmente cuenta con una plantilla aproximada de 700 trabajadores, se inauguró en el año 1988 y en el año 1989 pasó a formar parte del grupo BSH, para la fabricación de frigoríficos. A mediados de 2014, comenzaron las tareas de acondicionamiento del espacio de la planta de frigoríficos para acoger las instalaciones productivas de lavavajillas. Se ha construido una zona de almacenaje auxiliar de 600 m2 y se han llevado a cabo adaptaciones en la distribución de la planta para alojar las nuevas instalaciones e integrar los flujos logísticos, tanto internos como externos.
De esta forma, continúa la producción de ambas plantas en un único espacio, "suponiendo una integración óptima para la producción exitosa y competitiva tanto de frigoríficos como de lavavajllas compactos que se comercializan en el mercado nacional y de exportación".