En un proceso que podría decirse reproduce los pasos dados antes por Sony y su fábrica de Viladecavalls, ahora ha sido Sharp la que ha optado por vender sus instalaciones de Sant Cugat del Vallès al grupo Cirsa, que en principio las podría reutilizar para fabricar componentes de algunas de sus máquinas recreativas, especialmente en la parte relativa a pantallas de LCD. En una negociación en la que habría intervenido la Generalitat, al igual que ocurriera hace casí un año con Sony, los nuevos propietarios asumirían algo más de un centenar de trabajadores del centro, lo que dejaría otros 100 trabajadores expuestos a un ERE, habida cuenta de que Sharp conservará otro centenar de personas en la parte comercial y el I+D, también radicado, junto con la sede, en Sant Cugat. Por otra parte, la compañía japonesa podría dejar de ensamblar sus últimas pantallas de LCD después del verano.
Cirsa es el holding de juego y ocio de Nortia Corporation, corporación de negocios compuesta por dos grandes grupos de empresas como son la propia Cirsa, líder mundial del juego y ocio, y Nortia Services, holding de empresas, fundamentalmente en servicios. De hecho Cirsa lideraría en España el mercado de máquinas tragaperras con más del 50%.
Cabe recordar que parte de la plantilla de Sharp en Sant Cugat estaba hasta el pasado 13 de abril afectada por un ERTE, y que la falta de carga de trabajo había motivado que la multinacional volviese a proponer otro más. Dicho ERTE se realizaría precisamente entre el 14 de abril y el 30 de septiembre. En aquella ocasión, la dirección de la compañía ya planteaba entre sus condiciones un expediente que afectase a 281 de los 330 empleados y entre las causas alegadas ya se mencionaban las organizativas y de producción. En aquellas reuniones con los trabajadores ya se ha había comunicado a los representantes sindicales que se estaba buscando una "salida" para la planta, algo que se interpreto, con acierto, como una posible venta o subcontratación de pedidos.