Los millennials y el envase
Silvio Boschi, Corporate Purchasing EMEA de Ebro Foods, expuso el caso de éxito del arroz ‘SOS Ecológico’, lanzado el pasado otoño para satisfacer la creciente demanda de este tipo de productos por parte de la generación millennial. Para ello, Ebro optó por cambiar el tradicional formato compacto por el flow-pack en papel, una decisión no exenta de complicaciones y que requirió una importante coordinación de todos los departamentos implicados, como marketing, compras o producción. El proceso de lanzamiento del nuevo envase de ‘SOS Ecológico’ (ahora trasladado a la gama ‘Vidasania’), se podría resumir en cuatro pasos, empezando por el estudio y definición previa del formato y de su posicionamiento en el mercado, con la elección del diseño, materiales, tipo de impresión, etc., a partir de una estimación de venta potencial del producto. Le sigue la elección del partner, una parte esencial del proceso y que hay que realizar, según Boschi, teniendo en cuenta los conocimientos que el proveedor tiene del mercado, su familiaridad con el proyecto y sus posibilidades de cumplir con el timing previsto para no defraudar las expectativas. Definido envase y proveedor, es el turno de analizar las posibilidades reales de producción. En un producto como el arroz, donde los márgenes son muy reducidos, lograr una mayor productividad gracias a un nuevo envase es vital. Y en este punto, Boschi advirtió del error que puede suponer proponer materiales que no sean operativamente viables y lanzó un reto a la industria del packaging que, en su opinión, no está suficientemente preparada para responder a las necesidades del sector alimentario, algo especialmente visible en el campo del embalaje flexible, donde queda camino por recorrer en materia de sostenibilidad. Por último, es preciso realizar una mejora continua del producto tras su salida al mercado para ganar en competitividad y seguir reduciendo costes.
Las marcas que innovan de verdad, logran mejores productos, rentabilidad y clientes. Así lo señaló Emilio Vidri, Global Head of Key Accounts de Mondi Group, quien considera que toda innovación debe crear una ventaja para el usuario, y, sobre todo, un beneficio económico para la compañía. En un escenario donde se producen cambios tecnológicos a gran velocidad, variaciones sustanciales en la climatología y movimientos poblacionales, Mondi trabaja en el desarrollo de lo que llama innovación asequible. Y define cuatro categorías de innovación en envase: conveniencia, sostenibilidad, nuevos acabados y coste del proyecto, desde su concepción hasta que llega al mercado. Emilio Vidri repasó también varios casos de éxito del grupo en embalaje flexible, como una bolsa de patatas fritas de fácil apertura, que con el empleo de la tecnología láser se convierte en un bol una vez abierta, o las etiquetas recerrables de los envases de toallitas infantiles, ambos con una tecnología quese puede aplicar fácilmente a las bobinas del cliente. Lo mismo sucede con los envases tipo ‘Doy-pack’, que permiten incorporar nueva tecnología sin necesidad de acometer una modificación sustancial de la maquinaria. Otros lanzamientos relevantes para Mondi en flexible son los desarrollos con ventana transparente (con efecto papel que se puede complementar con lacados); las cajas 100% de plástico, similares en aspecto a las de cartón estucado, personalizables; y las bolsas con dos cámaras (que ofrecen diferentes cierres, asas y formatos). Y en materia de sostenibilidad, el directivo señaló que Mondi trabaja en el desarrollo de materiales renovables y reciclados, la reducción de formatos, el rendimiento del envase adaptado a las necesidades logísticas y la rebaja de la huella de carbono de los productos.