No parece que la pandemia del coronavirus vaya a frenar las expectativas del sector del PET. A pesar de los efectos en algunos de sus mercados de referencia, como las aguas y los refrescos, esta industria parece encontrarse ante un nuevo panorama lleno de oportunidades. A la aparición de nuevos nichos, en especial los que tienen que ver con el mercado de la higiene personal, se suma el interés y las posibilidades que ofrecen materiales relacionados como el polietileno y, sobre todo, el éxito con el que se está introduciendo el material reciclado en la composición de los envases. Sin embargo, también se asoman amenazas e incógnitas en el futuro difíciles de calibrar, empezando por una nueva fiscalidad con efectos impredecibles en el consumo, las medidas lesgilativas que sacan al plástico de campos concretos como el aceite, o el progresivo encarecimiento del rPET de grado alimentario, que podría desembocar en un nuevo intento por devolver a la escena el Sistema de Depósito Devolución y Retorno. Por el momento sin embargo, las cifras son del todo positivas, con importantes crecimientos en los volúmenes fabricados y planes inversores que avanzan futuros incrementos en el tamaño de esta industria. Como en años anteriores, esta edición del informe vuelve a incluir datos de las principales empresas que lo configuran, tanto en el sector alimentario como en el non food, aportando cifras de facturación, producción, inversión y exportación de empresas como Plastipak, Caiba, Nosoplas, Novapet, Retal, Resilux, Seyca, Torreplas o Alpla.