Como se preveía, el coronavirus que tanto daño ha hecho a gran parte del tejido productivo español ha tenido un impacto limitado en el sector del PET, donde la fortaleza que mantiene en segmentos de referencia como aguas y refrescos, unido a los positivos resultados en campos también ya tradicionales como el aceite o nuevos nichos como los higienizantes han permitido salvar una importante crisis. La buena racha que arrastra esta industria solo se ve amenazada por una serie de nuberrones que bien podrían quedar en nada o convertirse en auténticos huracanes. El primero tiene que ver con el proceso de cambio hacia la Economía Circular, una transformación que trae consigo la necesidad de transformar el modelo productivo apostando por nuevos materiales, lo que está forzando al sector del PET a buscar de forma casi desesperada material reciclado de primera calidad. Relacionado con este punto está la presión legislativa y fiscal que amenaza a todo el mundo del packaging y que abre un escenario completamente impredecible. El último, más inmediato, tiene que ver con la situación de las materias primas, inmersas en un superciclo que se extenderá casi con toda probabilidad hasta mediados del próximo año. Los tiempos que se manejan dibujan un panorama en el que los próximos dos años serán claves para saber si la nueva década estará tan plagada de éxitos como la anterior. Este informe recoge un año más datos de las principales empresas del sector del PET, tanto en el sector alimentario como en el non food, aportando cifras de facturación, producción, inversión y exportación de empresas como Plastipak, Caiba, Nosoplas, Novapet, Envases Soplados, Retal, Resilux, Seyca, Torreplas o Alpla.