El sector de los envases plásticos rígidos con efecto barrera ha sido objeto de un nuevo informe elaborado por Alimarket Envase, cuyas principales claves se desgranan a continuación.
* Lentos pero seguros: no hay variación en torno al ritmo en que se implanta este producto. Pese a que la economía española se encuentra en fase de expansión, el débil crecimiento de los niveles de renta per capita, lejos todavía de las horquillas en que se movían antes del estallido de la crisis financiera, parecen estar frenando la reactivación de los mercados preferentes del sector de envases rígidos barrera. Dado que gran parte de las posibilidades de este campo pasan porque la economía vuelva a ser muy productiva y el consumidor deje más huecos en su cesta de la compra a alimentos preparados y precocinados, parece que se necesita un mayor impulso en los niveles de empleo y renta para que el sector empiece a disfrutar de una mayor demanda.
* La customización es fundamental: incluso en los peores momentos de la crisis, las empresas vinculadas a este campo han apostado por invertir con objeto de hacer catálogos lo más flexibles posible a las necesidades del cliente. Sin embargo, los pedidos siguen centrándose en productos muy estandarizados que no aprovechan en la mayor parte de los casos el potencial real que actualmente tiene la industria. La falta de ambición en cuanto a la extensión de la vida útil del producto (muchas empresas no están interesadas en alargar el periodo de caducidad de sus envasados al tratarse de alimentos de alta rotación), así como el encarecimiento de las soluciones con mayor efecto barrera, son la causa del escaso interés que concitan los proyectos a medida del cliente. En esas circunstancias, resulta muy complicado que el mercado pueda comprobar las ventajas de las soluciones con mayor efecto barrera, así como aligerar los costes productos, algo imposible cuando la mayor parte de los pedidos rara vez superan la fase de prueba o comercialización.
* También al fresco: pese a que la mayor parte de las empresas del sector tiene en mente el campo de preparados y precocinados cuando desarrolla sus productos, los alimentos frescos resultan cada vez más relevantes. Los altos niveles de rotación y en muchos casos el bajo valor del producto en sí (como ocurre con el pollo o determinados productos cárnicos) han desaconsejado tradicionalmente enfocar muchos esfuerzos en ese target. Sin embargo, las características del mercados español, donde el fresco sigue siendo el rey, y cuestiones como el auge del comercio electrónico, donde resulta imposible entregar un producto al corte tal cual, ha puesto en mucho valor el mercado de los frescos. El creciente interés del consumidor en las gamas de mayor calidad de producto y la necesidad de preservar sus propiedades organolépticas y nutricionales, ha puesto el foco de nuevo en el envase barrera. De nuevo, la formula que ha mantenido al mundo del E+E durante años se puede repetir: si el producto final es de calidad, el packaging puede aportar más valor añadido.
* Desperdicio alimentario: la gran baza para la industria del envase en los próximos años es la batalla que se está empezando a librar contra el desperdicio alimentario. La Organizació de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calculaba que la cifra de desperdicio alimentario en España asciende a 7,7 Mt de alimentos al año. Partiendo de la base de que el 42% del mismo se produce en el hogar parece claro que fórmulas más eficientes ligadas al envasado, entre otras, un packaging capaz de conservar durante más tiempo el producto, pueden ser clave para acabar con uno de los grandes problemas morales del primer mundo. La realidad sin embargo es que existe otro gran objetivo en las sociedades occidentales que versa en reducir el packaging excesivo o difícil de recuperar, una categoría esta última en la que cae a menudo el envase barrera. Encontrar el equilibrio entre ambos principios será la clave para que el packaging plástico conserve su posición en lo que queda de década y en el siguiente decenio.
* Sigue el baile de fusiones: pese a que el mercado del plástico lleva unos años involucrado en un complejo proceso de concentración y expansión empresarial, el segmento que nos ocupa se ha visto muy directamente afectado por estos movimientos. A las operaciones que se han vislumbrado en el sector del PET, informe incluido en el mismo número de la Revista Alimarket en el que aparece el dedicado en envases rígidos barrera, se suman cambios tan relevantes como la operación de compra de Faerch Plast, la fusión de Klockner Pentaplast y Linpac Packaging o la llegada al mercado español del especialista en inyección Jockey. Resulta razonable pensar que en un mercado que se ha vuelto tan exigente en lo referente a la inversión y en el que los nuevos desarrollos tecnológicos son impensables sin formar consorcios y aportar grandes sumas de dinero, el sector debe de afrontar todavía grandes cambios para reducir su atomización y crear campeones capaces de enfrentarse de tú a tú con los gigantes que dominan otros campos como el vidrio, el metal o el cartón complejo.