El Grupo Vidrala cerró el ejercicio de 2018 con unas ventas consolidadas de 955,4 M€, lo que supone un crecimiento del 16,1% en relación a los 822,7 M€ obtenidos en el año anterior. No obstante, este crecimiento está distorsionado por la incorporación de Santos Barosa al perímetro de consolidación del grupo en el último trimestre de 2017, por lo que, a perímetro comparable y divisa constante, generó un crecimiento orgánico del 3,8%. El efecto divisa, derivado de que un tercio largo de su negocio procede de las Islas Británicas, minoró las ventas de la compañía en un 0,3%.
En concreto, por regiones, la Europa Continental generó 620,4 M€ de ingresos, un 64,9% del total, frente al 35,1% y 335,0 M€ de Reino Unido e Irlanda. En el último año, las ventas globales de Vidrala en el continente crecieron un 20,9%, debido fundamentalmente al citado impacto de la adquisición de la lusa Santos Barosa, mientras que en territorio británico e irlandés lo hicieron en un 8,1%.
Segmentados los ingresos de otra forma, el mercado nacional representó 349,7 M€, un 33,8% más, y las ventas exteriores 605,7 M€, con un 7,8% de mejora. De éstas, 593,6 M€ (+7,9%) procedieron de la Unión Europea. Vidrala comercializó 8.300 M de botellas y tarros de vidrio en 2018, lo que, según sus estimaciones, representa el 15% de todas las ventas en Europa Occidental (mercado que cifra en 55.000 M de envases), las cuales habrían crecido un 2%.
El ebitda acumulado en el ejercicio ascendió a 239,4 M€ y supone un incremento del 22,5% sobre el año anterior, si bien, a perímetro comparable y divisa constante, el crecimiento quedaría rebajado al 7,9%. Este ebitda representa un margen sobre ventas del 25,1%, 130 puntos básicos más que un año antes, cuando rondaba el 23,8%. Por su parte, el resultado neto atribuible quedó situado en 116,0 M€ (un 30,2% por encima de los 89,1 M€ del año anterior), tras registrar un gasto financiero neto anual equivalente al 0,7% de las ventas y una tasa fiscal sobre resultados del 17,4%. Las inversiones en inmovilizado durante el ejercicio alcanzaron los 101,8 M€ (86,5 M€ en 2017), mientras que la plantilla media quedó fijada en 3.752 trabajadores.
A 31 de diciembre de 2018, la deuda de la compañía se situaba en 411,1 M€, representando un ratio de apalancamiento equivalente a 1,7 veces el ebitda acumulado en el periodo; con una sustancial rebaja frente a los 487,3 M€ en que se situaba un año antes (con apalancamiento de 2,2 veces el ebitda), pero todavía por encima de los 322 M€ con que se cerró el año 2016. Incremento del endeudamiento que fue consecuencia de la citada compra de Santos Barosa, por 252,7 M€.
Como perspectivas de futuro, señala Vidrala que el consumo de productos envasados en vidrio avanza al ritmo del progreso sociodemográfico, el desarrollo de los estilos de vida modernos y la creciente preferencia de consumidores y envasadores hacia el vidrio frente a materiales de envasado alternativos. En este contexto, la demanda sus áreas actividad se mantiene firme, mostrando signos de estabilidad, y su gestión durante 2019 estará dirigida a acciones internas destinadas a garantizar el servicio al cliente, invertir en sus instalaciones industriales y mejorar los costes con el objetivo de reforzar los márgenes operativos del negocio.
A largo plazo, las directrices se mantendrán enfocadas hacia el cliente, la competitividad, la estructura de capital, la generación de caja y la reducción del endeudamiento.